Mientras los supermercados están abarrotados, las muertes y el temor por el coronavirus aumentan en California

Con los supermercados invadidos, los lugares de trabajo desalojados y el coronavirus extendiéndose más profundamente en las comunidades, los funcionarios de California intentaron desesperadamente frenar el virus con nuevas restricciones y un mensaje unificado: el distanciamiento social.

Calificando el brote como “uno de los desafíos de salud pública más graves de nuestro tiempo”, el funcionario de salud de Silicon Valley ha emitido una nueva y agresiva prohibición de las reuniones públicas, restringiendo las reuniones de 35 o más personas a menos que los organizadores adviertan a los asistentes de que ello supone un mayor riesgo de infección y prohibiendo todas las reuniones públicas y privadas de 100 o más individuos. Otros condados cancelaron eventos e introdujeron nuevas restricciones.

El estado ahora reporta 247 casos confirmados y cinco muertes, con nuevos casos cada hora. Pero los funcionarios de salud aseguran que muchas más personas tienen el virus, pero aún no han sido confirmados.

Los principales distritos escolares de California, incluyendo Los Ángeles Unificado, anunciaron el viernes el cierre de sus escuelas, uniéndose así a por lo menos 12 estados que han ordenado el cierre completo en medio de los crecientes intentos de frenar la propagación del coronavirus.

El cierre inicialmente está programado para durar dos semanas, pero la fecha firme de reapertura dependerá de la situacion. El presidente Trump declaró la emergencia nacional el viernes.

Los funcionarios del Departamento de Salud Pública del Condado de Los Ángeles confirmaron ocho nuevos casos del virus, elevando el total a 40, a medida que la propagación en la comunidad se intensificó.

Se cree que tres de esos casos son el resultado de la transmisión en la comunidad, ya que se desconoce la fuente de la exposición. Dos de los individuos están hospitalizados, reveló la directora de Salud Pública, Dra. Bárbara Ferrer. Las autoridades dicen que esperan que esos casos se expandan significativamente a medida que más personas se hagan la prueba. Ferrer dijo que el condado de Los Ángeles recibió más kits de pruebas esta semana, y señaló que las limitaciones iniciales de las pruebas han hecho que las estimaciones sean difíciles de obtener.

El viernes, el condado de Orange reportó nuevos casos sospechosos de coronavirus, elevando el total a 13. El nuevo recuento llegó cuando el superintendente de escuelas del condado de Orange manifestó que apoyaba la suspensión de todas las operaciones escolares por lo menos durante dos semanas.

Los tribunales de California, incluyendo Los Ángeles, también comenzaron a detenerse. El condado de Santa Clara, donde el brote de coronavirus ha golpeado con especial fuerza, anunció el viernes demoras en muchos juicios de tráfico, familiares, civiles y testamentarios, así como en algunos juicios penales. En el condado de San Diego, todos los nuevos juicios civiles se suspendieron hasta el mes entrante. El condado de Orange no comenzará nuevos juicios civiles hasta el 1 de mayo. En el condado de Ventura, los tribunales se cerrarán a principios de la próxima semana, y luego se reabrirán de forma limitada para asuntos como casos criminales urgentes y órdenes de restricción temporal. La Corte Superior de Contra Costa estuvo cerrada por dos semanas.

Tal vez el mayor símbolo de preocupación por el virus fue en los supermercados, donde muchos estantes estaban vacíos en medio de compras de pánico.

El estacionamiento de Ralphs en el barrio coreano el viernes por la mañana parecía una oficina del Departamento de Vehículos Motorizados llena de gente.

Aunque había lugares disponibles para estacionarse, el atasco reinaba cuando los automovilistas conducían en la dirección equivocada, bloqueaban los caminos y facilitaban lentamente el paso de los peatones que iban en todas direcciones.

Dentro, el supermercado de la calle 3 y la avenida Vermont era un hervidero de actividad.

Mientras tres cajeros cobraban sus compras, docenas de clientes esperaban en largas filas que serpenteaban por el mercado, pasando entre los mostradores de frutas, verduras, los pasillos de los condimentos y la leche. Muchos de ellos empujaban carros de compra cargados con galones de agua, pilas de carne congelada y cajas de sopas ramen.

Un carrito que desbordaba era empujado por dos amigos que se preparaban para que sus hijos estuvieran en casa tras el cierre de las escuelas el resto del mes.

“He estado aquí, en Vons al otro lado de la calle y también en Target”, dijo Mónica Boyd, de 30 años cuyo hijo adolescente será uno de los miles en todo el Condado que se quedará en casa el lunes. “Mis amigos me pidieron que les consiguiera comida porque están en el Valle y dicen que allá las tiendas ya están vacías. Así que estoy tratando de conseguir comida para mis amigos y para mi hijo”.

La amiga de Boyd, Shulanda Rush, de 28 años, se unió a ella para hacer las compras. Como administradora de propiedades en Koreatown, Rush dijo que su hija de 5 años podría tener que quedarse con su papá durante las próximas semanas porque él tiene más apoyo familiar para cuidarla durante las horas laborales.

Las amigas sabían que los estantes estaban casi vacíos, pero aún así les sorprendió verlo en persona.

La mayor parte de las sopas y fideos ramen de la tienda había desaparecido. También la leche en polvo, la mayor parte del agua, el papel higiénico, la pasta seca, el arroz y los medicamentos para la alergia. Estaba más lleno que un pre-Super Bowl, Cinco de Mayo, el Día de Acción de Gracias o el 4 de Julio.

“No estoy realmente preocupada por lo que está pasando, creo que me asusta más que la gente entre en pánico”.

“Caminé hasta aquí anoche para conseguir la medicina para la alergia y ya no había. El medicamento para la alergia no bloquea los virus. ¿Qué está pasando aquí?” dijo exasperada. “Creo que es ridículo lo que está pasando. El hecho de que no haya papel higiénico es una locura. No entiendo cómo eso te podría salvar de algo”.

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