Europa reabre sus fronteras, pero aún no para los estadounidenses

La Unión Europea reabre las fronteras entre los países miembros después de tres meses de bloqueo por coronavirus, pero a los estadounidenses todavía no se les permite entrar.

Associated Press

Jun. 16, 2020 7:37 AM PT

Las fronteras se reabrieron en toda Europa este lunes, después de tres meses de cierres por el coronavirus, que comenzaron de forma caótica el pasado marzo. No obstante persisten muchas restricciones, no está claro qué tan interesados estarán los europeos en viajar este verano boreal y el continente aún mantiene sus fronteras cerradas a estadounidenses, asiáticos y otros turistas internacionales.

Los controles fronterizos para la mayoría de los europeos finalizaron anoche en Alemania, Francia y otros lugares, casi dos semanas después de que Italia, uno de los países más golpeados por la pandemia, abriera sus fronteras. Se cree que las 27 naciones de la Unión Europea (UE), así como aquellas en el espacio de viajes sin pasaporte Schengen -que también incluye algunas naciones no pertenecientes a la UE, como Suiza- recién comenzarían a abrirse a visitantes de otros continentes a inicios del próximo mes, como mínimo.

Al anunciar la reapertura de las fronteras y los restaurantes de París, el lunes, el presidente francés, Emmanuel Macron, remarcó que es hora de “dar vuelta a la página del primer acto de la crisis” y “redescubrir nuestro gusto por la libertad”. Sin embargo, advirtió: “Esto no significa que el virus haya desaparecido y que podamos bajar totalmente la guardia... El verano de 2020 será distinto a todos los otros”.

Esa precaución es generalizada después de más de 182.000 muertes relacionadas con el patógeno en Europa. La región ha tenido más de dos millones de las 7.9 millones de infecciones confirmadas en el mundo, según un conteo de la Universidad Johns Hopkins. “Tenemos la pandemia bajo control, [pero] la reapertura de nuestras fronteras es un momento crítico”, expuso el domingo el primer ministro español, Pedro Sánchez, cuando anunció que su país adelantaría 10 días su apertura a los viajeros europeos, al 21 de este mes. “La amenaza sigue siendo real. El virus todavía está ahí”.

Sin embargo, la necesidad de volver a poner en marcha la industria del turismo en Europa también es urgente para naciones como España y Grecia, a medida que se multiplican las consecuencias económicas de la crisis. El primer ministro griego, Kyriakos Mitsotakis, reconoció que “mucho dependerá de si las personas se sienten cómodas para viajar, y si podemos proyectar a Grecia como un destino seguro”.

El lunes, Grecia dio la bienvenida a los primeros vuelos internacionales cuyos pasajeros no se sometieron a pruebas obligatorias de coronavirus, en Atenas y Salónica. Los vuelos internacionales directos a los aeropuertos regionales griegos, incluidos los de sus islas, se reanudarán el 1º de julio. Los visitantes estarán sujetos a exámenes aleatorios de coronavirus.

En una prueba, España permitió que miles de alemanes volaran a sus Islas Baleares desde este lunes, sin exigir la cuarentena de 14 días para el grupo. La idea es probar cuáles son las mejores prácticas en la era del coronavirus.

“Este programa piloto nos ayudará a aprender mucho sobre lo que nos espera en los próximos meses”, señaló Sánchez. “Queremos que nuestro país, que ya es conocido como un destino turístico de primera clase, sea reconocido también como un destino seguro”.

Martin Hofman, de Oberhausen, Alemania, estaba encantado cuando abordó el primer vuelo de Düsseldorf a la isla española de Mallorca. Sus vacaciones no podían posponerse, “y quedarse en Alemania no era una opción para nosotros”, remarcó. “Y, bueno, sí, estamos totalmente felices de poder salir”.

La reapertura de Europa no es una repetición de la caótica situación registrada en marzo, cuando el pánico y los cierres desorganizados de fronteras causaron atascos de tránsito que se extendieron por millas.

Aún así, es un mosaico complicado y cambiante de diferentes normas, y no todos son igualmente libres de viajar a todas partes. Varios países aún tienen restricciones; Noruega y Dinamarca, por ejemplo, mantienen sus fronteras cerradas con Suecia, cuya estrategia de coronavirus evitó un bloqueo pero produjo una tasa de mortalidad per cápita relativamente alta. Algunas otras naciones también tienen restricciones de viaje para los suecos.

El lunes por la mañana, en algunos cruces en la frontera alemana con Dinamarca, que ahora permite la entrada de visitantes de Alemania pero sólo si han reservado alojamiento por un mínimo de seis noches, se advertía una fila de automóviles.

La semana pasada, Gran Bretaña, que abandonó la UE en enero pero seguirá estrechamente alineada con el bloque hasta fines de este año, impuso un requisito de cuarentena de 14 días para la mayoría de los arribos, algo que horrorizó a sus industrias de turismo y aviación. Como resultado, Francia pide a quienes llegan de Gran Bretaña que se pongan en cuarentena durante dos semanas, y varias otras naciones no permiten el ingreso de turistas británicos en esta primera ola de reaperturas.

En medio de un aumento gradual de los vuelos, el nerviosismo por nuevos brotes en el extranjero, la incertidumbre sobre el distanciamiento social en lugares turísticos y millones de personas que enfrentan un desempleo récord o recortes salariales, muchos europeos eligen quedarse en casa o explorar sus territorios nacionales durante el verano.

La canciller alemana, Angela Merkel, y el canciller austríaco, Sebastian Kurz, planean vacacionar en sus países este año.

El gobierno holandés expresó que sus ciudadanos ahora pueden visitar 16 naciones europeas, pero pidió precaución. “Puede irse de vacaciones al extranjero nuevamente”, afirmó el ministro de Relaciones Exteriores, Stef Blok. “Pero no será [una situación] tan despreocupada como antes de la crisis del coronavirus. El patógeno todavía está entre nosotros, y la situación sigue siendo incierta”.

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