Una persona con coronavirus que asistió a un servicio religioso del Día de la Madre expuso a otras 180 en el condado de Butte
Casi 200 personas en el servicio de la iglesia del Día de la Madre fueron expuestos al coronavirus por un asistente con COVID-19, dicen los funcionarios.
Después de que una persona que asistió a un servicio religioso en el Día de la Madre dio positivo por el nuevo coronavirus, los funcionarios de salud pública en el condado de Butte emitieron una advertencia sin rodeos a los residentes, para que no aceleren el reinicio de actividades.
El individuo recibió un resultado positivo el día después del servicio, que contó con más de 180 asistentes, precisaron el viernes funcionarios en un comunicado de prensa.
Las reuniones de cualquier tamaño siguen prohibidas, incluso en los condados que están reabriendo más rápidamente que el resto de California. Pero la organización que celebró el encuentro decidió abrir sus puertas a pesar de las reglas y expuso a toda la congregación al coronavirus, detallaron las autoridades.
“Esta decisión tiene un costo de muchas horas y una carga financiera de respuesta efectiva para frenar o detener la propagación del COVID-19”, establece el comunicado, que señala además que los funcionarios de salud notificarán a todos los que asistieron al servicio y les darán instrucciones para que cumplan con una cuarentena. El departamento de salud del Condado también está trabajando con socios de atención médica para examinar a todos los asistentes, señalaron las autoridades.
“En este momento, las organizaciones que celebran servicios o reuniones en persona están poniendo en riesgo la salud y la seguridad de sus congregaciones, del público en general y de nuestra capacidad local de reiniciar actividades”, remarcó Danette York, directora de salud pública del Condado, en una declaración en la que instó a los residentes a cumplir las órdenes de quedarse en casa.
“Avanzar demasiado rápido en el proceso de reapertura puede causar un revés importante y podría exigir que volvamos hacia atrás, a medidas más restrictivas”, advirtió York.
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El condado de Butte es uno de los 22 que garantizó al estado que cumple con las condiciones para la reapertura de negocios adicionales.
El funcionario de salud pública del Condado, Andy Miller, anunció el sábado que renunciaría a partir del 10 de julio. La decisión no está relacionada con ningún incidente o desacuerdo en particular, explicó el Departamento de Salud pública del Condado en un comunicado de prensa. El contrato de Miller vencía en el otoño y él quiso darle al departamento más tiempo para reclutar un reemplazo, según el comunicado. “Estamos preparados para convocar a un funcionario de salud que, tal como el Dr. Miller hizo, nos guíe mientras recuperamos nuestra economía y mantenemos a raya este virus”, expresó Shari McCracken, directora administrativa del Condado, en una nota.
La gran mayoría de las instituciones religiosas han seguido el decreto estatal de quedarse en casa. Pero algunas lo desafiaron y, en varios casos, realizaron servicios en persona.
A principios de este mes, un juez federal dictaminó que el gobernador de California, Gavin Newsom, tenía el derecho de prohibir las asambleas religiosas en interés de la salud pública durante el brote de coronavirus. Según dictaminó el juez John Méndez, en Sacramento, la orden de permanecer en los hogares emitida por Newsom no violó los derechos constitucionales a la libertad de reunión y religión cuando se ordenó al Centro Cristiano Cross Culture, en Lodi, que dejara de celebrar servicios en persona.
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