La radiación de los celulares no es peligrosa para la salud, afirmaron científicos del gobierno
Si usted pasa mucho tiempo con su teléfono móvil, le alegrará saber que el hábito no es peligroso para la salud, según un nuevo informe de seguridad del gobierno.
Los hallazgos, publicados el viernes por el Programa Nacional de Toxicología (NTP, por sus siglas en inglés), reafirman la investigación previa de la agencia.
“Los informes no van más allá de lo que habíamos señalado anteriormente, y no he cambiado la forma en que uso un teléfono celular”, afirmó el científico sénior de NTP John Bucher en una conferencia de prensa.
El Dr. Otis Brawley, director médico y científico de la American Cancer Society, declaró que la nueva evidencia no debería alarmar a los usuarios de teléfonos inalámbricos.
“Las pruebas de un vínculo entre los teléfonos celulares y el cáncer es débil y, hasta ahora, no hemos visto un mayor riesgo de esa enfermedad en las personas”, afirmó Brawley en un comunicado.
La nueva evidencia se basa en experimentos realizados con ratas y ratones que estuvieron expuestos a la radiación de radiofrecuencia durante dos años. Los roedores estuvieron en contacto con la radiación durante 10 minutos a la vez, seguidos de un descanso de 10 minutos, durante aproximadamente 9 horas por día.
El nivel más bajo de radiación para las ratas fue de 1.5 vatios por kilogramo de peso corporal, lo cual es equivalente a la máxima exposición permitida para los humanos, detalló el NTP. En el nivel más alto, las ratas recibieron 6 vatios de radiación por kilogramo de peso corporal. Para los ratones, las exposiciones variaron de 2.5 a 10 vatios por kilogramo de peso corporal.
En general, los ratones resistieron la radiación muy bien, con “poca indicación de problemas de salud”, destacó el NTP en un comunicado.
A las ratas no les fue tan bien. Tanto las ratas macho como las hembras expuestas a la radiación tuvieron más probabilidades de experimentar miocardiopatía, una enfermedad que causa daño al tejido cardíaco. Además, las ratas macho expuestas a los niveles más altos de radiación tuvieron una mayor incidencia de tumores malignos en el tejido que cubre los nervios del corazón. Estas formaciones de la envoltura nerviosa, llamados schwannomas, no se observaron en las ratas hembras.
Los investigadores también informaron que las ratas y los ratones expuestos a la radiofrecuencia desarrollaron más tumores en el cerebro, la próstata, el hígado, el páncreas, la glándula pituitaria y la glándula suprarrenal, aunque aclararon que no estaban seguros de si la radiación era responsable.
Entre los riesgos no relacionados con el cáncer, las crías de rata tuvieron menos peso al nacer cuando sus madres habían estado expuestas a altos niveles de radiación durante la gestación y mientras estaban amamantando. Sin embargo, finalmente crecieron al tamaño normal.
Sorprendentemente, las ratas expuestas a la radiación vivieron más tiempo que otras en un grupo no expuesto, que sirvió como control.
Los investigadores no supieron explicar esto. Tal vez la radiación reduce la inflamación, como se ve en una terapia llamada diatermia por microondas, expusieron. O podría tratarse solo de una casualidad.
“Es una situación complicada”, dijo Bucher en la sesión informativa. “Estamos viendo efectos positivos y negativos en estos animales”.
Bucher también advirtió que los ratones y las ratas en el estudio fueron expuestos a mucha más radiación que la que experimentan los humanos a través del uso normal de un teléfono móvil. “Entonces, estos hallazgos no deberían extrapolarse directamente al uso humano del móvil”, expuso en el comunicado.
“Si bien el vínculo con algunos cánceres raros es importante, no hay ninguna razón para pensar que este estudio refleja exposiciones de la vida real”, agregó. “Pero si le preocupan los datos de los animales, use un auricular”.
Los experimentos utilizaron el tipo de radiación emitida por las redes 2G y 3G que manejan llamadas de voz y mensajes de texto en los EE.UU. Los investigadores del NTP no probaron las redes 4G, 4G-LTE y 5G, más nuevas, utilizadas para funciones más intensivas de datos, como la transmisión de video.
El informe será revisado por un panel de expertos externos a fines de marzo. Los científicos independientes criticaron las afirmaciones de un estudio previo del NTP que relacionaba la radiación de los teléfonos celulares con el riesgo de tumores en el corazón y posiblemente en el cerebro de las ratas macho.
La Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, por sus siglas en inglés) solicitó al Programa Nacional de Toxicología que estudiara los efectos potenciales de la radiación emitida por los teléfonos celulares en 1999. En aquel entonces, poco se sabía sobre cómo los dispositivos -cada vez más ubicuos- podían afectar la salud humana.
En los casi 20 años transcurridos desde esa solicitud, cientos de estudios realizados por científicos en el NTP y en otras instituciones han permitido a la FDA decir con confianza que “los límites de seguridad actuales para la radiación del teléfono celular siguen siendo aceptables para proteger la salud pública”, declaró en un comunicado el Dr. Jeffrey Shuren , director del Centro de Dispositivos y Salud Radiológica de la FDA. “Incluso con el uso diario frecuente de la gran mayoría de los adultos, no hemos visto un aumento en eventos como tumores cerebrales”, agregó.
La FDA y la Comisión Federal de Comunicaciones comparten la responsabilidad de regular los dispositivos que emiten radiofrecuencia, como teléfonos inalámbricos y televisores.
El Programa Nacional de Toxicología tiene sede en el Instituto Nacional de Ciencias de Salud Ambiental, parte de los Institutos Nacionales de Salud.
Traducción: Valeria Agis
Para leer esta nota en inglés, haga clic aquí
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