COVID canceló sus fiestas de quinceañera. Ahora tienen dieciséis y la fiesta está en marcha
Hace un año y medio, Celia Barrios vio cómo su negocio disminuía. La pandemia de COVID-19 había puesto en pausa las fiestas de quinceañera, dejando a Barrios con $150.000 en ingresos perdidos.
“Este es mi bebé que he estado cultivando durante años”, dijo Barrios sobre Tiaras & Tacones, su negocio de planificación de fiestas de quinceañera en Burbank. “Y justo ahora estaba dando sus frutos, teniendo un crecimiento más grande. Y simplemente se detuvo por completo”.
Pero en los últimos meses, las celebraciones, un rito de mayoría de edad para las latinas de 15 años, han vuelto. Y algunas de las jovencitas que se perdieron de la celebración en 2020 lo están compensando, aunque ahora tengan 16 años.
Antes de la pandemia, Barrios organizaba tres eventos a la semana a una tarifa promedio de $25.000. Hoy, recibe hasta 30 solicitudes semanales, algunas para fechas muy lejanas como 2023.
“Los fines de semana son bastante ocupados. Estoy reservada de manera consecutiva y me encanta”, señaló Barrios. “Es un evento muy especial para nuestra cultura”.
En Los Ángeles, donde los latinos representan el 48.6% de la población, según el último censo de Estados Unidos, las fiestas de quinceañera son un pilar del calendario social de muchos hogares. Una reunión de quince años es una celebración al estilo de un baile de debutantes con connotaciones católicas, que generalmente comienza con una misa. Luego hay bailes modernos, música, comida y eventos simbólicos que marcan la llegada a la edad adulta de la festejada.
Una fiesta de quinceañera típica cuesta alrededor de $21.000 e incluye más de 200 invitados, según un estudio realizado en 2019 por Mi Padrino, una organización dedicada a la planificación de eventos latinos.
Esto hace que las celebraciones sean un gran negocio para los organizadores de eventos, los locales, las empresas de alquiler de material para fiestas, las bandas de música, las tiendas de ropa y los coreógrafos. Todos sufrieron un duro golpe cuando la mayoría de las fiestas de quince años, junto con las bodas, los dulces 16, los bailes de graduación, los bar y bat mitzvahs y otras reuniones quedaron en suspenso.
Cynthia García, coreógrafa y propietaria de My Quince Dances, dijo que ahora que las restricciones de COVID-19 han disminuido está recibiendo el triple de consultas que antes de la pandemia. Hay tanta demanda que tiene que rechazar a algunos clientes.
“Les ofrezco la información de otros coreógrafos, y les hago saber que estas personas pueden ayudarlos”, comentó García. “Pero no podemos aceptar a todo el mundo”.
Con algunos clientes, Barrios ha tratado de retomar el trabajo donde lo dejó durante la pandemia. Dijo que ha conseguido retener el 80% de sus reservaciones de 2020, muchas de las cuales se han visto obligadas a reprogramar su gran día.
“Mucha gente ha cambiado de fecha como tres veces, y ahora están celebrando sus eventos”, comentó. “Llevo más de dos años planificando con ellos”.
Para algunos clientes, ha habido demasiadas paradas y comienzos: “Todo el mundo está pensando: ‘Oh, esto se va a acabar en tres meses. Oh, esto va a terminar en seis o nueve meses’, y luego tienes 12 meses”, indicó. “Algunos acabaron cancelando”.
Aunque muchos festejos vuelven a celebrarse, la pandemia ha cambiado en cierto modo la forma de las celebraciones. García y Barrios puntualizaron que ahora están viendo que las fiestas de quinceañera son más pequeñas e incluso se alejan de los lugares típicos. En algunos casos, eso significa fiestas en un patio trasero con no más de 40 invitados.
Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades recomiendan que los eventos en los que no todos los participantes estén completamente vacunados se celebren al aire libre, con distanciamiento social y limpieza frecuente de las instalaciones.
En algunas partes del sur de California, los organizadores de eventos han visto disminuir el negocio en las últimas semanas debido al aumento de casos de COVID-19.
Este boom de las fiestas de quinceañera no durará para siempre: no todo el tiempo las jóvenes de 16 años también celebran sus quince años. Para Barrios, el 60% de los clientes actuales son de festejos diferidos de 2020.
Independientemente de la edad de la cumpleañera, Barrios señaló que es un día del que deberían sentirse orgullosas, con todo el brillo y el glamour.
“Me encanta lo que representa, para mi cultura, y para las jóvenes que crecen aquí en Estados Unidos”, dijo. “Es una combinación de nuestras tradiciones con la cultura pop, con las redes sociales, con las bodas de los famosos, todo mezclado en uno: extraen de todos los aspectos de la industria de los eventos, y luego lo incorporan con nuestras costumbres”.
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