Demócratas inician una nueva investigación que podría sentar las bases para un juicio político contra Trump
Los demócratas de la Cámara de Representantes iniciaron una amplia investigación el pasado lunes sobre si el presidente Trump y los funcionarios de la administración han obstruido la justicia, abusado de su poder o han actuado de manera corrupta, una tarea masiva que podría sentar las bases para el juicio político del presidente.
La investigación busca probar casi todas las controversias importantes que han seguido a Trump desde que asumió el cargo, incluidos los sospechosos contactos con Rusia, los esfuerzos por obstaculizar la oficina del abogado especial y los pagos secretos de dinero relacionados con el National Enquirer. También se está analizando si Trump ha violado la cláusula sobre emolumentos de la Constitución para beneficio de su compañía privada, que continúa haciendo negocios con gobiernos extranjeros.
Líderes demócratas como la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi (D-San Francisco) han estado tratando de acallar las conversaciones sobre un juicio político a Trump. El anuncio refleja su estrategia de abrir investigaciones de gran alcance que aumenten la presión sobre el presidente y quizás impulsen un movimiento de destitución si deciden dar ese paso.
El Comité Judicial de la Cámara de Representantes, que sería responsable de iniciar los procedimientos de juicio político, solicitó documentos a 81 personas y organizaciones, y no se salvó ningún rincón de la vida de Trump.
Los hijos mayores del presidente, Donald Trump Jr. y Eric Trump, y su yerno, Jared Kushner, recibieron cartas. También lo hicieron los ejecutivos de la Organización Trump, incluidos el jefe de contabilidad Allen Weisselberg y la secretaria personal de Trump, Rhona Graff, así como el asociado de Trump, David Pecker, el presidente del National Enquirer.
El comité también envió cartas a todas las principales organizaciones vinculadas al presidente, incluidos sus negocios, campaña, fundación, comité de toma de posesión y la propia Casa Blanca.
El flujo inicial de solicitudes se suma a las crecientes investigaciones en el Congreso que rodean la presidencia de Trump, y es otro ejemplo de cómo los demócratas están usando su nuevo poder político después de retomar el control de la Cámara de Representantes en la elección intermedia.
“Hemos visto el daño causado a nuestras instituciones democráticas en los dos años que el Congreso se negó a realizar una supervisión responsable”, dijo en una declaración el congresista Jerrold Nadler (D-N.Y.), presidente del Comité Judicial de la Cámara de Representantes. “El Congreso debe proporcionar un control sobre los abusos de poder”.
Además de la investigación de Nadler, el Comité de Inteligencia de la Cámara de Representantes, presidido por Adam Schiff (D-Burbank), continúa investigando el esfuerzo de Trump durante años electorales para construir un rascacielos de lujo en Moscú, convocando a una audiencia a uno de sus ex socios de negocios, Felix Sater, a finales de este mes.
Y el Comité de Supervisión y Reforma de la Cámara de Representantes presidido por el congresista Elijah Cummings (D-Md.) está exigiendo más información sobre cómo la Casa Blanca ha otorgado la autorización de acceso a temas de seguridad a raíz de los informes recientes de que Trump ignoró a los funcionarios para aumentar el acceso de Kushner a documentos clasificados.
El anuncio del pasado lunes también fue una señal de que los demócratas no planean esperar al fiscal especial Robert S. Mueller III para terminar su trabajo en la investigación de Rusia. Han expresado su preocupación de que la indagación de Mueller, que se centra en la interferencia de Moscú en la última elección presidencial y la posible coordinación con la campaña de Trump, sea demasiado estrecha y no produzca el tipo de informe público que creen que es necesario.
“Debemos proteger y respetar el trabajo de Mueller, pero no podemos confiar en que otros hagan el trabajo de investigación por nosotros”, dijo Nadler. “Nuestro trabajo es aún más urgente después de que altos funcionarios del Departamento de Justicia sugirieron que podrían ocultar el trabajo de la investigación al público”.
El congresista Doug Collins (R-Ga.), el principal republicano en el Comité Judicial, acusó a los demócratas de “cubrirse las espaldas” porque Mueller podría no encontrar irregularidades por parte del presidente. También dijo que Nadler estaba “prejuzgando imprudentemente al presidente” y está “buscando pruebas para respaldar su conclusión”.
Trump desestimó la investigación cuando los reporteros le preguntaron en la Casa Blanca, donde era anfitrión del equipo de fútbol campeón del estado de Dakota del Norte.
“Es un engaño político”, dijo.
Trump ha atacado repetidamente a los demócratas en los últimos días, calificándolos de “dementes” y describiendo sus planes para la supervisión del Congreso como “hostigamiento presidencial”. También comenzó a culparlos por la fallida cumbre de la semana pasada en Hanoi, donde esperaba persuadir al líder norcoreano. Kim Jong Un para renunciar a las armas nucleares del país.
Mientras Trump se reunía con Kim, el Comité de Supervisión y Reforma de la Cámara de Representantes estaba celebrando una audiencia explosiva con Michael Cohen, el ex abogado del presidente que va a ir a prisión por tres años. El año pasado se declaró culpable de varios delitos, algunos relacionados con el propio Trump.
“Que los demócratas entrevisten en audiencia abierta a un mentiroso y estafador convicto, al mismo tiempo que se celebra la importante Cumbre Nuclear con Corea del Norte, podría representar una nueva treta en la política estadounidense y puede haber contribuido al “retiro de la reunión”, escribió Trump en Twitter el pasado domingo, una referencia a la decisión de Trump y Kim de alejarse de la mesa de negociaciones sin un acuerdo.
La secretaria de prensa de la Casa Blanca, Sarah Huckabee Sanders, respondió brevemente a la solicitud de documentos de los demócratas el pasado lunes y dijo que los funcionarios “lo revisarán y responderán en el momento adecuado”.
La Casa Blanca probablemente reclamará el privilegio ejecutivo y eso le permitirá retener algunos documentos, y se espera que el Departamento de Justicia se resista a entregar otros informes confidenciales relacionados con la investigación de Rusia.
Ese mismo día por la tarde, otra solicitud de documentos llegó a los comités de la Cámara de Inteligencia, Supervisión y Servicios Armados. Los tres paneles están investigando si Trump ha tratado de encubrir sus conversaciones con el presidente ruso, Vladimir Putin, citando informes de que los registros pueden haber sido destruidos o los intérpretes juraron mantenerlos en secreto.
Pidieron a la Casa Blanca y al Departamento de Estado los documentos utilizados para preparar las reuniones y las notas sobre lo que se discutió. También están buscando entrevistas con intérpretes y funcionarios diplomáticos que participaron en las conversaciones o fueron informados sobre ellos después.
Los presidentes de los comités emitieron una declaración que dice que hay “profundas preocupaciones de seguridad nacional, contraespionaje y política exterior”.
A pesar de la proliferación de escándalos e investigaciones criminales durante la Administración Trump, la supervisión sostenida del Congreso ha estado ausente en gran medida hasta este año, cuando los republicanos cedieron el control de la Cámara de Representantes a los demócratas.
El enfoque renovado en la investigación del presidente y sus asociados refleja algo similar a la era de Watergate, cuando el presidente Nixon fue examinado simultáneamente por un fiscal especial y legisladores en el Capitolio. Nixon renunció una vez que el Comité Judicial aprobó los artículos de juicio político.
Lisa Gilbert, vicepresidenta de asuntos legislativos del grupo Public Citizen, dijo que el Congreso puede operar “fuera del espacio tan limitado” que se le otorgó a Mueller.
“Necesitamos una comprensión más profunda”, dijo. “Ha habido una corrupción constante, y tiene que haber más apertura para examinar todo”.
Los activistas liberales y los principales donantes, como Tom Steyer de San Francisco, exigieron que los demócratas comiencen los procedimientos de juicio político, pero Nadler dijo el pasado domingo a ABC News que eso “está muy lejos de que suceda”.
“No tenemos los hechos todavía, pero vamos a iniciar las investigaciones adecuadas”, dijo.
Sin embargo, agregó que ya está “muy claro que el presidente obstruyó la justicia”, refiriéndose al supuesto papel de Trump en la investigación de su primer asesor de seguridad nacional, Michael Flynn, quien luego se declaró culpable de mentir sobre sus conversaciones con el embajador ruso.
Incluso si los demócratas deciden presionar para someter a Trump a un juicio político, es poco probable que sea destituido de su cargo. Tal paso requiere un voto de dos tercios en el Senado, que todavía está bajo el control republicano.
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