Suspenden a estudiante por grabar críticas de una profesora contra Donald Trump
Victoria Lugo, interim dean of students at the Costa Mesa college, informed Caleb O’Neil of the suspension for one “primary (fall/spring) semester in addition to the summer” and other disciplinary actions against him, including that he submit a writ
LOS ANGELES TIMES — El estudiante Caleb O’Neil, de Orange Coast College (centro), se enfrenta a una suspensión luego de registrar secretamente los comentarios de una profesora acerca del presidente Trump. En la imagen se lo muestra junto con su abogado, William Becker (derecha), este miércoles durante una conferencia de prensa (Don Leach / Daily Pilot).
El estudiante de Orange Coast College (OCC) que grabó en secreto los comentarios de su profesora de sexualidad humana en el aula, quien afirmó que la victoria de Trump era “un acto de terrorismo”, fue suspendido por violar la política del campus, aunque ya ha apelado la medida.
En una carta del 9 de febrero pasado, Victoria Lugo, decana interina de estudiantes de la institución educativa de Costa Mesa, informó a Caleb O’Neil de la suspensión por “un semestre primario (otoño/primavera), además del verano”, y otras acciones disciplinarias en su contra, como un pedido de disculpas por escrito a la profesora, Olga Pérez Stable Cox, y un ensayo de tres páginas de extensión donde deberá examinar por qué filmó la clase, cómo se siente respecto de que el contenido se haya viralizado y su reacción al causar “un daño a los estudiantes, el plantel docente y personal de Orange Coast College”.
La carta no especificaba si la suspensión comenzaría este semestre o en un futuro, aunque le indicaba a O’Neil que tenía derecho a apelar. “Si decide esa vía, sus sanciones se aplazarán hasta que se determine la apelación”, dice la nota.
La misiva de Lugo, que fue publicada en el sitio de noticias CampusReform.org, sostiene que las acciones del alumno violaron el código de conducta de los estudiantes porque la clase de Cox fue filmada sin previo consentimiento. El plan de estudios de la profesora también mencionaba que no estaba permitido grabar las sesiones.
La semana pasada, OCC colocó letreros en sus aulas para recordar a los alumnos que “las grabaciones en audio o video sin el permiso del instructor están totalmente prohibidas”.
Juan Gutiérrez, vocero de OCC, se negó a efectuar declaraciones este miércoles acerca de si Cox también se enfrentará a una acción disciplinaria por sus comentarios.
O’Neil, de 19 años de edad, un estudiante de primer año que proviene de Newport Harbor High School, apeló la suspensión. Su abogado, William Becker, de Freedom X, un bufete con sede en Los Ángeles, alegó que los derechos legales del joven habían sido violados y destacó que Freedom X se dedica a “proteger la libertad de expresión conservadora y religiosa”.
El aviso de apelación al decano de estudiantes de OCC, Derek Vergara, que aparece en el sitio web de Freedom X sostiene que “las sanciones impuestas a Caleb son tanto excesivas como discriminatorias”. Ese escrito, con fecha de este jueves, sostiene que el programa de estudio de Cox indica que “el propósito del curso es proporcionar un ámbito seguro y respetuoso”, pero argumenta que la docente se apartó de dicha política con sus comentarios postelectorales en clase. El texto remarca que O’Neil es un “alumno exitoso”, con un promedio de 3,8 puntos en el último semestre, y que es, además, miembro del equipo de remo masculino.
Conforme el video, después de la elección del 8 de noviembre pasado, Cox habló a su clase acerca de Trump y del ahora vicepresidente, Mike Pence. “Nuestra nación está dividida. Hemos sido agredidos; esto es un acto de terrorismo”, afirmó la profesora. “Una de las cosas más aterradoras, para mí y para la mayoría de la gente que me rodea, es que las personas que hicieron este ataque están entre nosotros”, dijo. “No es un extraño de otro país que vino y atacó nuestro sentido de ser estadounidense y los valores que defendemos”.
Cox, quien es homosexual, se refirió a Trump como “un supremacista blanco” y a Pence como “uno de los seres humanos más antigay en este país”.
En la carta de apelación, O’Neil, registrado como republicano, detalla su relato de lo ocurrido en la clase, el 15 de noviembre: “Ella comenzó a decir lo terrible que habían sido las elecciones y cómo habían atacado a nuestro país. Después de dos minutos de esas afirmaciones, tomé mi teléfono y comencé a grabar porque temí que mis calificaciones bajaran a una ‘B’ porque había perdido la última clase, el martes anterior, debido a la elección. Poco después, ella dijo que estábamos nuevamente en una guerra civil. Sentí que todos los ojos en el salón se posaban sobre mí, porque en el pasado había usado un gorro firmado por Trump y había asistido al mitin en Anaheim”.
El estudiante señaló que tiene tres calcomanías de Trump en su auto y que “tenía miedo de volver a él y encontrarme con algún estudiante loco que quisiera venir por mí”.
O’Neil compartió su video con el club de republicanos del OCC, cuyo presidente en ese momento, Joshua Recalde-Martínez, publicó en línea. Aunque el clip dura cerca de dos minutos, en el texto de apelación el joven señala que la profesora se dirigió a la clase durante 20 minutos.
Las noticias del video se difundieron rápidamente y provocaron un debate a nivel nacional entre quienes sostienen que Cox tiene libertad académica para expresar sus opiniones en un entorno privado, y aquellos que argumentan que sus declaraciones fueron demasiado lejos.
Recalde-Martínez afirmó que habló con O‘Neil acerca de la suspensión la semana pasada, le dijo que lo sentía mucho y que está “totalmente disgustado por lo que la escuela está haciendo con él… Le aseguré que daré pelea codo a codo durante la apelación”.
Rob Schneiderman, presidente de Coast Federation of Educators, que representa a los docentes de ese distrito, señaló que el incidente había sido desafortunado tanto para estudiantes como para profesores. “Aquí no hay ganadores”, aseveró. “El plantel educativo será menos expresivo a partir de ahora, los oradores invitados tendrán menos disposición a presentarse en el campus, y los estudiantes, por desgracia, sufrirán consecuencias también”.
El miércoles por la tarde, O’Neil y Becker dieron una conferencia de prensa en el exterior del edificio de administración de OCC. Cerca de 20 personas aclamaron en su apoyo; una gritó: “¡Eres un héroe, Caleb!”.
O’Neil, que habló a la multitud con su cabeza baja, dijo que Cox es “una buena profesora”, aunque “atacó directamente” a los estudiantes conservadores como él. “Temí que haya repercusiones en mis notas, porque ella sabe que soy partidario de Trump”, expresó el alumno, quien luego agregó que recibió una ‘A’ en la clase.
Si O’Neil no hubiera grabado los comentarios de Cox, los administradores de la casa educativa no hubieran creído su relato, señaló Becker. “La evidencia en video es siempre mejor”, aseguró.
“El odio es una calle de dos vías, y la justicia también lo es”, agregó el letrado. “Eso significa que las mismas reglas se aplican a las personas que votaron para Trump como para quienes votaron por Hillary [Clinton]. Y esas reglas no se están aplicando en Orange Coast College en este momento”.
Este miércoles no fue posible encontrar a Cox en el campus. La docente expresó en un artículo publicado en diciembre por el Washington Post que vivía con miedo después de recibir cientos de emails y ataques en las redes sociales, incluso amenazas de hechos violentos. Cox le dijo a esa publicación que, si pudiera volver a expresarse, no cambiaría su lenguaje. Para ella, remarcó, la controversia es parte de “un plan cuidadosamente planeado para atacar a los profesores universitarios que estamos en desacuerdo. No he hecho nada malo”, remarcó.
Según la biografía de Cox en el sitio web de OCC, la docente nació en Cuba e inmigró a los EE.UU. cuando tenía 10 años. Hace tres décadas que enseña en OCC, tiene una maestría en consejería matrimonial, familia y niñez, de la Universidad Chapman, y una licenciatura en sociología, de Cal State Fullerton.
La reacción a la suspensión de O’Neil fue heterogénea entre los estudiantes. “Estamos en la universidad y se nos debería permitir expresar opiniones aquí”, afirmó Alex Cerros (20), quien estudia computación. “El estudiante debería haber hablado con la profesora y expresado sus opiniones, entonces las consecuencias hubieran sido evitables”, consideró.
Luis Cruz (20), quien estudia biología, sintió que O’Neil “hizo lo correcto”. “No creo que debería ser suspendido”, agregó. “Los docentes no deben hablar de política, y ella debería haber sabido las consecuencias de ello. Lo peor que puede hacer la universidad es retirarlo a él de la clase”.
Kendall Walker (22), estudiante de química, residente en Newport Beach, afirmó que Cox ahora debe preocuparse por su carrera gracias a este video. Y que O’Neil debe enfrentar las consecuencias por compartirlo. “En su lugar, yo no lo hubiera publicado. Hubiese hablado con la profesora, en vez de aprovecharme de la situación de esta forma”, observó la joven.
Por su parte, Fred Whitaker, presidente del Partido Republicano del Condado de Orange, consideró el castigo a O’Neil como “una aborrecible decisión de los administradores de OCC, que claramente habla de su desdén por una de las libertades más preciadas de nuestra nación: la libertad de expresión. El Partido Republicano del Condado de Orange se opone categóricamente al intento de pisotear los derechos civiles de sus estudiantes, y haremos todo lo posible por ayudar a Caleb O’Neil en su apelación”.
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Traducción: Valeria Agis