Ha pasado mucho tiempo desde su creación, y la formación actual no cuenta estrictamente con ningún integrante original. Su fundador y director musical más emblemático, Jairo Varela, falleció hace más de una década.
Pero el Grupo Niche sigue siendo una institución indiscutible de la salsa que mantiene un gran nivel de convocatoria, como lo dejó en claro durante el concierto que ofreció el viernes pasado en The Mayan de Los Ángeles.
Tras una carrera de casi 45 años, es natural que la orquesta surgida en Bogotá, pero radicada poco después en Cali, haya atravesado por incontables cambios de personal, tal y como sucede con las agrupaciones del género cuyos caminos se han extendido de manera indefinida.
Es necesario señalar que, a estas alturas, Niche se mantiene no solo en el gusto de sus seguidores, sino que sigue contando con el respaldo general de la industria, como lo demuestra el hecho de que su producción más reciente, “Niche Sinfónico” (2023), grabada al lado de la Orquesta Sinfónica Nacional de Colombia, se llevó el Latin Grammy al Mejor Álbum de Salsa hace solo tres meses, aunque tuvo que cederle la plaza a “Siembra: 45º Aniversario (En Vivo en el Coliseo de Puerto Rico, 14 de Mayo 2022)”, un trabajo de Rubén Blades al lado de Roberto Delgado & Orquesta, en el evento del Grammy que se llevó a cabo hace un par de semanas. En este caso, los colombianos tenían una nominación dentro de la categoría de Mejor Álbum Tropical Latino.
Sea como sea, la presentación aquí reseñada no se encontraba dedicada a celebrar los logros del presente, porque forma parte de “Pachanguero Tour 40 años”, una gira internacional que se inició el pasado 11 de febrero, que se extenderá hasta el próximo 30 de noviembre y que busca conmemorar el lanzamiento original de “Cali pachanguero”, el éxito más grande en la historia del grupo sudamericano.
Entre lo nuevo y lo viejo
Si se habla de antigüedad, la alineación actual tiene a bordo a un trompetista que lleva cerca de 40 años en sus filas, mientras que el experimentado José Aguirre funge de director musical desde el fallecimiento de Varela, aunque había trabajado ya en calidad de codirector del combo entre 1992 y el 2002. En sus propias palabras, esto le ha permitido tener un vasto conocimiento de cómo se deben hacer las cosas al interior de la agrupación.
De hecho, bajo el mando y el talento compositivo de Aguirre, Niche grabó hace cuatro años “40” (2000), su primer disco de material inédito no procedente de la pluma de Varela. El esfuerzo fue particularmente exitoso, hasta el punto de que se convirtió en la grabación de estudio más galardonada del grupo al obtener tanto un Grammy Latino -al Mejor Álbum de Salsa- como un Grammy -al Mejor Álbum Latino Tropical.-
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Pese a ello, la agrupación ha optado por limitar la interpretación de estas composiciones nuevas durante sus shows, como sucedió en The Mayan, donde casi la totalidad del repertorio estuvo dedicada a esas piezas originales de Varela que han dejado una huella imborrable y que, debido a su abundancia y a su efectividad, siguen siendo las que el público prefiere escuchar.
En el auditorio del centro de nuestra ciudad, los trámites no se iniciaron hasta después de las 11.30 de la noche, cuando el lugar se encontraba ya completamente lleno, hasta el punto de que era difícil imaginar que fuera posible ver escenas de baile en la zona de acceso general, ubicada en medio del piso y colindante con una zona llena de sillas que, sinceramente, no tenía razón de ser en un evento de música bailable como el que se desarrollaba aquí.
La única canción reciente que se interpretó fue “Algo que se quede”, una composición inclinada hacia el bolero que figura en el álbum “40” y que ha sido muy bien recibida por los fans, pero que, al tener un ritmo de medio tiempo, no se presta para el movimiento.
El Gran Combo fue el acto de cierre del evento salsero en Crypto.com Arena
Ago. 1, 2023
Los clásicos
No faltaron, claro, éxitos de la talla de “Cómo podré disimular”, “Hagamos lo que diga el corazón”, “Nuestro sueño”, “Sin sentimientos” (conocido popularmente como “Estoy pensando”) y “La magia de tus besos”. En estos casos, la celebración fue masiva.
La inclusión de “La canoa ranchaá”, una cumbia absolutamente pegajosa que se grabó a mediados de los ‘90, no puedo ser más adecuada en lo que respecta al baile. Pero, si se trata de elegir, nos agradó particularmente la inclusión de “Ana Milé”, una pieza que se aleja de la tradicional línea romántica del grupo para presentar una letra que alude a una maternidad no deseada, y que adopta esa línea ‘dura’ tan apreciada por los admiradores de la vieja escuela.
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Se trató también, paradójicamente, del momento de la noche en que se extrañó más al maestro Varela, quien además de ser el autor de la contundente letra, se encargó de grabar la memorable pieza haciendo uso de su inimitable voz.
No se evitó tampoco la interpretación de las canciones que se han hecho para complacer a las audiencias de diferentes países en los que la popularidad de Niche ha resultado incuestionable. La primera que se escuchó fue “México, México”, procedente del álbum “12 años” (1993); pero estuvo igualmente allí “Me sabe a Perú”, que encabezó el disco del mismo nombre, publicado en 1989. A lo largo de las dos interpretaciones, los integrantes del combo desplegaron banderas y símbolos propios de cada nación.
“Cali pachanguero” llegó al final del set, lo que era de esperarse en vista de que se trata del tema al que se dedica el tour entero, pero también porque, al ser un corte tan trascendente, ocupa normalmente un lugar especial en el repertorio del emblemático conjunto.
Una versión moderna
Al final de la larga noche, los asistentes salieron del auditorio con la satisfacción de haber formado parte de un espectáculo profesional de salsa ofrecido por una orquesta de primer nivel. Pero eso no significa que el Niche que se encuentra en actividad sea un fiel reflejo del original.
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Aguirre ha manifestado que, más allá del inmenso respeto que siente por Varela, se encuentra interesado en manejar un concepto destinado a modernizar la propuesta de la agrupación, lo que tiene sentido comercial en vista del modo en que el género ha sido desplazado por las corrientes urbanas, pero da como resultado una puesta en escena que se inclina hacia la espectacularidad y adquiere por ello un aire artificial impensable en la época dorada.
A diferencia de las vocalistas presentes en las versiones de Niche que impusieron los temas más recordados, y que se comportaban sobre el escenario con la mayor discreción, los de ahora bailan con un ímpetu considerablemente mayor y se enfrascan frecuentemente en una serie de coreografías que parecen destinadas a impresionar a las nuevas generaciones.
Cuentan, además, con una serie de recursos visuales y tecnológicos que le brindan colorido a lo que presentan pero rompen definitivamente con la sobriedad de antaño, mientras recurren a pantallas de video, animaciones y hasta recreaciones virtuales del rostro de Varela.
Voces y danzas
En el plano vocal, Niche se encuentra actualmente encabezado por cuatros cantantes de adición relativamente reciente: Álex Torres, quien se integró en el 2017; Alejandro Iñigo, quien lo hizo en el 2019; Luis Araque, que se sumó en el 2017; y Fito Echeverría, quien ocupó la posición en el 2021 y que, además de ser el único barranquillero ante el micrófono, es hijo del celebrado -y ya fallecido- compositor y director de orquesta Adolfo Echeverría.
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En otras palabras, quienes no habían visto a la agrupación en los últimos años y no estaban conscientes de sus cambios y sus modificaciones se enfrentaron en The Mayan a una versión que desconocían, lo que no implica quitarle méritos a las virtudes de Torres, Iñigo, Araque y Echeverría, quienes, además de ser excelentes intérpretes, imponen sus propios estilos en los temas que se les encomiendan.
En el plano instrumental, y debido probablemente a razones logísticas, Niche llegó al Mayan en una versión reducida, aunque eso no fue un obstáculo para el desarrollo de algunos solos sumamente llamativos, como el que efectuó el trombonista Edgar Montoya casi al inicio del concierto.
Como lo hemos ya insinuado, la manera en la que se dispuso del espacio disponible en el teatro no fue la más adecuada, sobre todo porque afectaba la posibilidad de despliegue de los bailadores. Durante la primera parte del show, lo que se veía desde la mezzanine en la que estábamos ubicados era una gran cantidad de gente que, en la parte delantera, se encontraba sentada, y que en la parte central, se mantenía parada, casi sin moverse, pese a que los coros cargados de entusiasmo que brotaban constantemente de la audiencia daban cuenta de la alegría que todos experimentaban.
Con el transcurso de los minutos, se fueron abriendo espacios en uno y otro lado, hasta el punto de que, cerca del final, The Mayan era una auténtica fiesta protagonizada por quienes se animaban a practicar sus pasos por cuenta propia y las numerosas parejas que se armaban espontáneamente. La audiencia estuvo conformada por personas de distintas edades, aunque la mayoría se inclinaba hacia el lado maduro.
Días antes de su paso por el Sur de California, Niche estuvo en Australia, donde ofreció tres presentaciones. En los siguientes meses, se subirá a tarimas de Florida, Nueva Orleans, Nueva York, Washington, Chicago, Atlantic City, Panamá, Perú, México y Chile. Puedes encontrar todos los detalles en este enlace.
Escribe artículos de entretenimiento en Los Angeles Times en Español y lo hizo anteriormente en todas las ediciones impresas de HOY Los Ángeles. Previamente, trabajó como colaborador con el diario La Opinión. Inició su carrera periodística como redactor y luego editor del suplemento de entretenimiento “Visto & Bueno”, publicado por el diario El Comercio de Lima, donde hacía también críticas de cine.