Para muchos analistas y seguidores suyos, los mejores momentos artísticos de Shakira Isabel Mebarak Ripoll son ya parte del pasado. Pese a ello, la cantante colombiana sigue siendo una de las estrellas más grandes del entretenimiento latino, y en las últimas semanas, ha estado dando de qué hablar tanto por razones extra musicales como por composiciones que se refieren inequívocamente a esos mismos asuntos personales.
En ese sentido, la coyuntura luce particularmente afortunada para las expectativas puestas en “Shakira, Shakira: The Grammy Museum Experience”, una nueva exhibición dedicada a la tres veces ganadora del Grammy y doce veces ganadora del Latin Grammy que se abrió hoy en el centro cultural ubicado en el corazón de Los Ángeles y que, sin incluir referencias a estas nuevas composiciones -empezando por “BZRP Music Sessions #53”-, se las ingenia de algún modo para sentirse actual.
Tampoco podrá encontrarse en la muestra alusión alguna a Gerard Piqué, a cualquier romance que haya tenido la sudamericana en su vida y, mucho menos, a sus problemas con el fisco español por supuestas evasiones tributarias, ya que esta exposición es una celebración de su trayectoria que cuenta con la aprobación directa de la aludida.
“Yo he formado parte de la Academia Latina de la Grabación desde que esta se inició, hace 23 años, y una de nuestras bases ha sido siempre el respeto por las vidas personales de los artistas”, nos dijo Luis Dousdebes, director ejecutivo de Premiación, Membresía y Preservación de la Academia Latina de la Grabación. “Nuestros miembros son músicos, y nunca hacemos comentarios sobre los escándalos que puedan darse. Preferimos hablar de las influencias, de los géneros y de los modos de composición”.
Lo que sí tenemos por aquí es un despliegue elegante de información y de objetos que busca transmitirle al visitante la importancia de la cantante en términos creativos, destacar el papel innovador que esta desarrolló en varios momentos de su carrera y, ocasionalmente, resaltar sus labores filantrópicas.
Más profundidad
El curador de la muestra es Ernesto Lechner, un escritor y periodista angelino de origen argentino que cuenta con una amplia experiencia y un gran nivel de reconocimiento, y que además de haber colaborado con diferentes publicaciones de prestigio -entre las que se encuentra Los Angeles Times-, es autor del celebrado volumen “Rock En Español: The Latin Alternative Rock Explosion” (2006).
Lechner se comunicó hace algún tiempo con los encargados del Museo del Grammy para proponerles la implementación de una exhibición sobre la psicodelia en la música latina que, en principio, parecería calzar de manera mucho más natural con sus propios intereses musicales; pero afirmar algo así sería desconocer tanto la larga relación que él tiene ya con la Academia Latina de la Grabación en lo que respecta a la redacción de textos como la amplitud de sus gustos.
“Me molesta que haya gente que diga que la música pop no tiene el valor artístico ni el vuelo poético del rock, la vanguardia o el jazz; estoy totalmente en desacuerdo con eso, porque una buena canción de pop puede ser ambigua, puede ser majestuosa y puede salvarte la vida”, afirmó Lechner ante nuestra grabadora.
“Tampoco me gusta cuando se encasilla a un artista, especialmente si es mujer; yo vi por primera vez a Shakira en el Arrowhead Pond de Anaheim [ahora Honda Center] a finales de los ‘90, y me di cuenta de que era muchísimo más profunda de lo que cualquiera podría pensar a primera vista”, proclamó. “En cuanto al desafío [que esto presentaba], lo que más me interesó era la posibilidad de mostrar a la verdadera Shakira, porque he hablado con ella, la he visto en vivo y conozco muy bien su discografía”.
Mujer de mundo
A diferencia de la exposición sobre Marco Antonio Solís que ocupó hasta el 12 de febrero el mismo espacio, completamente dedicado a las propuestas de la Academia Latina de la Grabación que organiza el Latin Grammy, la nueva “experiencia”, destinada a estar allí por un periodo semejante de un año, prescinde de portadas de discos, de afiches y de colores extremos para ofrecer a cambio un recorrido que no se caracteriza por la abundancia de objetos disponibles, sino por su mirada selectiva.
“Quisimos hacer una exposición minimalista, que dejara espacio para la meditación”, explicó Lechner. “Shakira nos abrió las puertas de su casa en Barcelona para que nos lleváramos lo que quisiéramos, pero no queríamos poner ‘memorabilia’, sino lograr que esto fuera una reflexión sobre una mujer inigualable y, a la vez, una carta de amor a todos los géneros de la música popular durante los siglos XX y XXI”.
Para demostrar que la música era la prioridad, la primera zona -que es la más generosa y la más amplia- presenta una descripción escrita en la que se resalta el hecho de que, además de cantar con un estilo de vibrato altamente distintivo y de haber destacado por su particular interpretación de la danza del vientre, Shakira ha sido autora o coautora de todas sus canciones y puede tocar varios instrumentos.
Pero lo que domina el segmento es la presencia de un vasto diseño a modo de atlas que se despliega a lo largo de tres paredes para recopilar etapas fundamentales de la trayectoria de la colombiana en diferentes lugares del mundo y describir individualmente los géneros que la han marcado, desde el rock en español hasta el reggaetón, pasando por la salsa, el vallenato y el pop árabe.
“Shakira ha sido siempre una exploradora, una trotamundos dueña de una curiosidad, un respeto y una humildad que no la han llevado a apropiarse de culturas ajenas, sino a informarse y a trabajar con los mejores para crear algo nuevo, sin importar en el género en que lo hiciera”, aseguró Lechner. “Era por eso esencial usar no un mapamundi, sino un atlas que nos permitiera mostrar ese recorrido y esos resultados de altísima calidad que ha obtenido”.
En plena evolución
En la parte inferior del atlas se han colocado cuatro pantallas táctiles, acompañadas por audífonos, que permiten escuchar 12 canciones y ver cuatro videos mientras se lee textos explicativos. Al medio de la sala hay una consola de sonido con varias perillas que permite remezclar cuatro canciones siguiendo las instrucciones del estadounidense Dave Clauss, quien ha producido cuatro álbumes de Shakira; y al lado, existe una pantalla circular en la que se pueden leer y analizar las letras de tres temas de la artista.
“Me interesaba resaltar la poesía y los giros con las palabras que ella usó para lograr algo que resultara a la vez popular e incisivo, y la mejor forma de hacerlo era presentando este anotador donde hablamos de lo que hace con la sonoridad, con el ritmo, con las sílabas y con la sabiduría popular”, precisó Lechner. “Si hay algo que aprendí [con esto], es que ella es increíble escribiendo letras”.
La misma zona colinda con un mini teatro provisto de cómodos asientos donde se puede apreciar un extenso documental en el que Shakira habla de su trayectoria, iniciada cuando era solo era una niña, mientras es acompañada por imágenes de archivo cuyas escenas caseras son lo único realmente íntimo que se puede apreciar de ella.
El documental remarca lo sucedido con los álbumes “Pies descalzos” (1995) y “¿Dónde están los ladrones?” (1996), que la lanzaron al estrellato tras el lanzamiento de dos producciones fallidas, y no deja de lado el ‘crossover’ producido con “Laundry Service” (2001), su primer disco con temas en inglés, aunque deja de lado cualquier polémica que podría haberse dado al respecto para celebrar en cambio el exitoso traspaso.
“No queríamos mostrar simplemente el éxito que ha tenido, sino contar cómo llegó hasta donde llegó, cómo fue influenciada desde la cuna por su parte europea y por su parte libanesa mientras vivía en Barranquilla y se interesaba en el rock en inglés y en el rock en español”, nos dijo Dousdebes. “Fue la misma Shakira quien definió los objetos que eran importantes para mostrar esto”.
Hacia el futuro
El ‘top’ rojo usado durante la reciente presentación del Super Bowl da paso a una zona intermedia, mucho más simple pero ciertamente evocativa, que consiste en un corredor pintado de tonos dorados en el que todo responde a dicha tonalidad, incluyendo el segundo traje que la cantante llevó en el medio tiempo de la contienda deportiva de 2020, la guitarra eléctrica que empleó en la gira de 2018 y un tocado muy especial.
El mismo pasillo nos conduce hasta la tercera zona de la muestra, abocada ya de lleno al sentido estético de sus propuestas en el escenario y a la exhibición de siete diseños empleados en conciertos o en portadas de discos, como una vistosa falda de plumas, unas creativas camisetas sin mangas y el memorable bikini de hojas que lució en la carátula del álbum “Oral Fixation, Vol. 2” (2005).
Cerca de allí, el mini teatro permanente Gabriel Abaroa Jr. (llamado así en honor al expresidente de la Academia Latina) permite ahora la transmisión de un reportaje con declaraciones de mujeres profesionales procedentes de diferentes ámbitos que brindan sus opiniones sobre los méritos de Shakira en diferentes áreas, partiendo de la creación de letras y llegando hasta la complejidad visual de sus videoclips. Al lado, se levanta una pequeña instalación en la que podrás colocar tu móvil mientras grabas una escena que responda al desafío más reciente de TikTok planteado por la cantante.
Un poco más allá, hay dos paneles enfocados en las labores filantrópicas de Shakira; el primero destaca lo sucedido con la Fundación Pies Descalzos, que se creó en 1997, y el segundo resalta el reconocimiento dado a la artista por el presidente Barack Obama debido al apoyo brindado a las causas educativas de los hispanos en los Estados Unidos.
El largo panel lleno de datos concisos sobre la carrera de la colombiana con el que uno se topa a continuación es la antesala del ‘gran final’, conformado por el mini teatro más grande de todos y encabezado por una pantalla gigante que permite ver un compendio visual de presentaciones en vivo donde destaca una vibrante versión en vivo de “Hips Don’t Lie” al lado del haitiano Wyclef Jean.
En palabras de Dousdebes, a lo largo de sus 12 meses de duración, la “experiencia” podría ser modificada parcialmente con aportes que le den novedad. Por el momento, no figuran aquí “BZRP Music Sessions #53” ni “TQG”, dos canciones que han tenido un desbordante éxito comercial pero cuyas letras han sido cuestionadas por su falta de vuelo; pero sí se puede escuchar, por ejemplo, “Chantaje”, el reggaetón que Shakira grabó hace seis años con la asistencia de su compatriota Maluma.
Al ser preguntado por estas nuevas creaciones, Lechner solo tuvo palabras de aprobación. “Hace un año y medio, me obsesioné con Bizarrap, que me parece un visionario; escribí una nota sobre él para la Rolling Stone”, afirmó el uruguayo en relación al popular DJ argentino con el que la colombiana grabó “#53”. “Esta colaboración es una nueva muestra de que Shakira trabaja con los mejores”.
“Por otro lado, Ozuna me parece mucho más que un popero reggaetonero. También admiro a Rauw Alejandro [con quien la artista grabó hace poco]. Me parece que Shakira está en la cúspide de su carrera y que sus canciones siguen siendo igual de buenas”, concluyó.
La muestra de la artista colombiana será parte de la galería permanente de música latina del museo
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