Hace 27 años, Los Bukis se despidieron de la ciudad de Los Ángeles en ese mismo escenario que hoy les vuelve a decir adiós en medio de ovaciones, aplausos y la esperanza de sus seguidores de algun día volverse a reencontrar
Unos de los grandes sentimientos que comparte el público de Los Bukis es el sincero cariño y la fuerte admiración que sienten por cada uno de los integrantes de la famosa agrupación conformada por sus 7 mosqueteros: Roberto Guadarrama, Joel Solís, Javier Solís, Pedro Sánchez , Eusebio “Chivo” Cortés, José Guadarrama y su líder vocal, Marco Antonio Solís.
Algunos de los fanáticos presentes no pudieron asistir a ninguno de los dos conciertos que la agrupación ofreció el año pasado en el SoFi Stadium, otros sí tuvieron la oportunidad y quisieron regresar a esta segunda vuelta para seguir disfrutando de la “Bukimanía” que se despertó con el regreso del grupo 25 años después.
Sin embargo, lo que pudo ser una noche perfecta, terminó siendo una velada perfectamente inolvidable y emotiva, aún con el detalle de un lamentable incidente que preocupó a las más de 50 mil almas que se hicieron presentes la noche del jueves en el legendario estadio de Los Angeles Memorial Coliseum.
Eusebio “Chivo” Cortés, quien había iniciado una presentación con su característica energía, sus bailes y saltos, terminó lastimándose al caer con todo su peso sobre uno de sus tobillos quedando lastimado en el suelo del escenario.
Muchos se quedaron sorprendidos al verlo en el escenario intentando desenredar los cables de su micrófono con una mirada de desconcierto. Todo pasó tan rápido que muy pocos pudieron verlo en el momento de su caída.
La legendaria banda de Michoacán superó las espectativas con dos conciertos exitosos que escribieron con letras doradas las primeras páginas en la historia del nuevo estadio angelino que fue contruido, en su mayoría, por manos obreras hispanas
Sin embargo, la preocupación de los fans se hizo presente y muchos se preguntaban qué tan serio había resultado el golpe, mientras algunos miembros de la producción corrieron en su auxilio para ayudarlo a levantarse.
La gente de las primeras filas, pudo ser testigo de la expresión de dolor en su rostro y algunos lo lamentaban como si se tratara de un familiar cercano. Y es que así los consideran muchos. “El Chivo” fue atendido unos minutos en el escenario.
Sin embargo, el público cercano a la tarima gritaba a todo pulmón “Chivo, Chivo, Chivo” en señal de apoyo a uno de sus ídolos, quien luego de comenzar una velada a toda energía, bailando y realizando sus acostumbrados movimientos de caderas y saltos, terminó lastimado.
Tras la interpretación de “Tu cárcel” Los Bukis se despidieron y de inmediato se apagaron las luces del escenario. Pero la gente no se movió esperando con ansias el regreso al escenario de sus ídolos y por supuesto, para conocer el estado de salud de Cortés, pues habían sido testigos de la caída del bajista, quien luego del incidente, mostraba signos de fuerte dolor que se reflejaban a través de la pantalla con solo mirarlo a los ojos, pero eso sí, nunca dejó de tocar. Intentó apoyar el pie con firmeza, pero era imposible. Le tuvieron que traer una silla y así continuó hasta la primera despedida.
Luego del tradicional grito de “otra, otra, otra” al final de show, el carismático bajista fue llevado de regreso al escenario en silla de ruedas y vendado de un tobillo a causa de un esguince y una leve fractura en el pie para continuar la última parte del primer concierto, de los dos programados en el legendario estadio.
El viernes por la tarde, Eusebio “El Chivo” Cortés expresaba a través de un comunicado su agradecimiento por tantas muestras de cariño y apoyo durante el concierto y dijo además que estaría descansando un día porque el espectáculo debe continuar el sábado. “Gracias a Dios estoy bien, estas cosas pasan. Gracias a todos nuestros fanáticos por su amor y apoyo. Tengo un día para descansar, recuperarme y poder estar con todos ustedes en el concierto de mañana”, expresó el carismático bajista y compositor que este sábado estaría volviendo al escenario del Coliseum.
Entre recuerdo y confesiones
Unos de los sentimientos más marcados del público hacia sus ídolos es el amor, el respeto y la admiración. Verlos de cerca y oírlos cantar en persona no se compara con escucharlos en la radio o verlos por televisión. Hacer un esfuerzo para estar acompañándolos en un concierto, es un sueño cumplido para muchos y esa noche del regreso del tour “Una historia cantada”, algunos compartieron su sentir con Los Angeles Times momentos antes de iniciarse la velada.
Rufino Molina y María Sánchez, una bonita pareja que se encontraba en la fila 18 frente al imponente escenario, llegaba de Culver City y habían pagado 1,500 dólares por los dos boletos. Una cifra que realmente “vale la pena”, dijo Molina del brazo de su esposa. Recordó que no pudieron ir a verlos al SoFi Stadium. “Porque estábamos en México, pero en junio los pudimos comprar y aquí estamos felices”, agregó el orgulloso trabajador de la construcción.
“Y la verdad, muy emocionada porque somos fans de ellos desde hace muchos años y verlos en persona es un sueño cumplido”, expresó sonriente la ama de casa, quien aseguró que luego de 25 años de casados, éste había sido el mejor regalo que había recibido de Rufino.
A un año del reencuentro que vivieron en el Día de las Madres, Los Bukis anuncian una segunda vuelta
La gira ‘Una Historia Cantada’ tendrá nuevas fechas, mientras la legendaria banda le pide a los músicos de las nuevas generaciones que le canten al amor y que no pierdan el romanticismo en sus temas
A unos metros andaban juntitos los Pacheco, José y María, increíblemente llevaban los nombres de los padres de Jesucrito y nos dijeron que estar ahí era “toda una bendición”. Los originarios de León, Guanajuato, se conocieron en un bus de Los Ángeles. “Me invitó un café y desde entonces empezamos a salir y a bailar música de Los Bukis y Los Yonics”, recordó María, quien además confesó que fue la música de Los Bukis con la que José la conquistó. José trabaja el oficio de la construcción de casas. Vino de México en 1969 y llegó a San Antonio, Texas. En 1985 se mudó a Los Ángeles sin imaginarse que su destino cambiaría para siempre abordo de un autobús. “Ahí siempre veía a María. Un día me atreví a invitarla y al despedirnos le dije que escuchara la canción ‘Mi Najayita’ y ahí comenzó todo porque se convirtió en su favorita”, expresó con una sonrisa dibujada en el rostro.
Pero lo que más les daba alegría es que esa noche estaban ahí gracias a su hijo Eduardo, quien les regaló los dos boletos de $800 cada uno a su papá y en adelanto a su cumpleaños. José cumple años el 26 de agosto. “Es un buen hijo, la verdad”, expresó con la mirada brillante María y tomando de la mano a su esposo.
Andrés y Silvia Enriquez, también tuvieron la fortuna de estar presentes en el concierto gracias al regalo que le dio su hijo el pasado 10 de mayo por el Día de las Madres. Silvia y Andrés llevan casados 35 años y 30 de ellos los han vivido en California. Se conocieron en el barrio La Calzada, allá en Puebla y juntos emigraron al país de las oportunidades. Silvia confesó que Andrés la enamoró con las canciones de Los Bukis. “Y si le soy sincera, creo que mis hijos nacieron gracias a esas noches con las que nos amanecíamos escuchando los temas de Los Bukis”, confesó con picardía la comerciante, mientras Andrés ya estaba ruborizado.
Lo curioso fue también ver a parejas jóvenes entre el público. Pero la razón de uno de ellos, llamó realmente nuestra atención. Francisco López, originario de Michoacán, cuenta que el gusto por Los Bukis llegó a través de su padre.
“Y por eso vine hoy aquí para recordarlo, porque en las Navidades nos reuníamos y lo único que se tocaba ahí eran Los Bukis y Los Temerarios. Lo que recuerdo de él es que le encantaba la canción ‘Navidad sin tí’ y hoy me pega mucho escucharla. Yo la verdad no era fan de ellos hasta que conocí el amor y de esa manera entendí a mi papá. A mi novia la conocí hace seis años y yo le inculqué el amor por el grupo y desde entonces los dos somos fans y por eso estamos aquí”, dijo López, luciéndo una chamarra de Los Bukis junto a su amigo, que aunque no es fan de Los Bukis, estaba acompañando a su esposa Wendy que sí lo es.
“Recuerdo que cuando estaba Chiquita, mi papá nos llevaba en su auto escuchando las canciones de Los Bukis por las calles de Los Ángeles. Pero ellos se retiraron y la verdad nunca pensé que se iban a volver a reunir. En el primer concierto del SoFi (Stadium) me emocioné mucho. Yo en la casa pongo la música de Los Bukis cuando estoy contenta, cuando estoy triste también pongo Los Bukis y hasta se los pongo a mis hijos”, dijo Wendy quien esa noche completaba tres conciertos de Los Bukis porque hasta los fue a ver a Oakland, CA en esta misma gira. “Me encantan”, expresó.
Noche de ensueño
Eran pasadas las 8 de la noche y el Memorial Coliseum aún no estaba lleno. El trafico a los alrededores del famoso estadio estaba muy denso y los que habían ingresado todavía se encontraban haciendo fila para comprar sus bebidas y playeras de Los Bukis. Muchos de ellos llevaban con orgullo sus camisetas negras con letras en dorado y el nombre de su agrupación favorita. Chamarras negras y rojas, además de gorras negras también las lucían hombres y mujeres. La Bukimanía se desbordaba en cada rincon del estadio.
La gente que había estado estancada en el tráfico, por fin había logrado llegar y fue a las 9:08 p.m. cuando se apagaron las luces, mientras la temperatura ya había bajado tras un día extremadamente caluroso en la ciudad de Los Ángeles.
Dos pantallas verticales y una enorme horizontal al fondo del escenario formaban parte de la imponente escenografía que recibió a los siete mosqueteros vestidos de color palo de rosa y lentejuelas plateadas. El público estaba de pie con sus celulares arriba para capturar el momento. La noche de reencuentro estaba a punto de comenzar.
Bañados de aplausos y ovaciones, Los Bukis encendieron la antorcha en cada uno de los corazones presentes. “Mi Fantasía” fue el tema elegido para inaugurar la velada, tal y como había ocurrido el año pasado en el SoFi Stadium, sin embargo en la primera noche del Memorial se respiraba una magia diferente y la velada prometía ser más que inolvidable.
La última vez que la banda se presentó en este escenario fue para despedirse de los Estados Unidos el 5 de agosto 1995 ante 60 mil personas. El sábado 20 de agosto volvería a ser el punto de encuentro para despedirse una vez más de esta ciudad, día en que estarán rompiendo su propio récord de asistencia 27 años después.
“Como fui a enamorarme de ti” y una combinación de “Porque siempre te amaré y “Este adiós” continuaron en el repertorio de entrada. “Hermanitos, felices de estar acá. Antes que nada, antes de cualquier otra palabra, tenemos que agradecer esta noche que se haya hecho posible este reencuentro de Bukis en este 2022. Estamos aquí y ese alguien que lo ha permitido es simplemente nuestro amadísimo creador a quien damos gracias, por permitirnos este regalo. Bienvenidos a todos los que vienen de lejos, por ahí hay gente de muchos lugares distantes, doble nuestra gratitud por su esfuerzo. Pásenla bien esta noche, es una hoche de fiesta, una noche de Bukimaníaaaa”, externó Marco Antonio ante el aplauso de los presentes.
Ya no será una sola presentación, ahora serán dos debido a la fuerte demanda de su público angelino que será testigo de su última actuación en ese emblemático estadio de la ciudad
“Se vale cantar, se vale bailar, se vale llorar”, agregó antes de continuar con “Quiéreme”, acompañado de su fiel guitarra.
Desde su esquina, “Chivo” seguía la melodía y tocaba el bajo, mientras movía sus caderas de lado a lado. Y fue precisamente él quien dedicó “La Najayita” a todas las presentes, incluida María Hernández, residente del Condado de Orange, quien había asistido al concierto con su esposo Freddy, que por cierto también es trabajador de la construcción. “Si no la acompaño, se viene solita”, nos había dicho una hora antes Freddy Hernández sobre su esposa, con quien lleva 32 años de casado. “Y ‘Mi Nagayita’ es su canción favorita. Yo se la dediqué hace años”, agregó con una sonrisa.
Marco Antonio aprovechó para presumir su destreza con los timbales en esa interpretación y puso a vibrar a las damas desde sus asientos. María Hernández no se quedaba atrás.
Luego fueron aterrizando clásicos como “Te quiero a ti” y “Dime que no te perdí”, mientras los efectos de humo bañaban las cabezas del público del frente.
Tras la interpretación de “Y ahora te vas”, Marco Antonio hizo una invitación. “Esta canción es para abrazar al que tiene al lado porque son de las que nunca mueren”, dijo El Buki Mayor antes de interpretar “Mi mayor necesidad”.
Luego con un sombrero tejano de color negro y sus pasitos de baile candenciosos, Marco Antonio entonó “En un rato más”. “Esas sí son canciones” escuchamos decir a un caballero entre el público quien abrazaba a su acompañante y su cerveza en la otra mano.
Marco Antonio también recordó la época de los 80 y 90 cuando los caballeros enamoraban a las muchachas con canciones que escuchaban en los LP y los cassettes. “Cuando les decían ‘escúchate la 3 y la 9’. Así eran las declaraciones de amor”, recordó el Buki de la melena larga ante la risa del público.
“Esta fue una de las canciones que ustedes las descubrieron. Con mucho amor para ustedes hermanitos”, agregó antes de entonar “Ladrón de buena suerte”, el cual fue coreado por los miles de presentes.
Entre tanto, “Chivo” dedicó el siguiente tema a las mujeres de todas las edades que por dentro llevan a una chiquilla bonita, pero Marco Antonio intervino para dedicárselo también a quien fue la inspiración del tema “Chiquilla Bonita”, a su hija B.A. que se encontraba entre los presentes. “Que bueno es tenerte aquí esta noche hija”, dijo entre los aplausos del público.
“Vamos con esta canción que habla de la familia. Hay que volvernos a reunir con los hermanos si nos hemos separado. A veces nos quedamos con imágenes de lo que fueron y ahora ellos han cambiado. Quizás ellos también quieren hacerlo, pero alguien tiene que tomar la iniciativa”, aconsejó Marco Antonio antes de darle voz a “Me volví a acordar de ti”.
Después los timbales regresaron al frente del escenario y así le dieron paso a los ritmos bailables. Las doñas movían las caderas al ritmo de “Mi pobre corazón” y “Dime dónde y cuando”, mientras sus parejas intentaban seguirles el paso.
“En ésta si nadie se puede quedar sentado. Vamos con la Bukimaniaaaaa”, dijo Marco Antonio al interpretar el clásico “Morenita”. Fue precisamente durante la interpretación de ese tema y ante la algarabía y emociones del momento, cuando “El Chivo” dio un salto a lo Luis Miguel y su peso cayó sobre su tobillo y ante el asombro de sus fans. Desde ese momento, ya no pudo bailar más y fue cuando le acercaron una silla para poder continuar.
La velada continuó con éxitos como “Mi chaparrita”, “Ingratitud” y “Yo te nesecito”.
“¿Qué estaba haciendo usted cuando salió esta canción? Vamos a transportarnos”, señaló Marco Antonio con el video detrás en la pantalla en tono blanco y negro del tema “Presiento que voy a llorar”.
Acto seguido, el Memorial Coliseum le dio la bienvenida al tema “Necesito una compañera y el clásico “Casas de Cartón”, el cual Javier Solís de lo dedicó a los trabajadores que han llegado a este país para salir adelante. “Un aplauso a todos los trabajadores que hicieron el esfuerzo para estar aquí está noche. A estos trabajadores que vienen de lejos a trabajar a este país”, dijo Javier, el otro buki de la cabellera larga.
Luego llegó uno de los momentos más emotivos para mi. A mi lado, tenía a mi madre quien me estaba acompañando esa noche de concierto. Ella estaba esperando esta canción. “Es una de las canciones más solicitadas según las estadísticas. Y es ésta que vamos a cantarles ahora”, dijo acertadamente Marco Antonio.
Al escuchar los primeros acordes de este tema, María Celeste, mi madre, se paró de su asiento y con la mirada fija en el escenario acompañó a lo lejos la interpretación a Marco Antonio del tema “Tus mentiras”
Al finalizar me dijo que esa canción era su favorita de toda la vida. No me dijo por qué, pero al escuchar la letra detenidamente pude entender que mi padre tenía mucho que ver. Creo que tengo una conversación pendiente con él.
Luego llegó el clásico “Tu cárcel”, el tema con el que muchos pensaban que culminaría el concierto, pero no fue así. Marco Antonio dijo en medio del tema que no sabía si algún día regresarían otra vez a cantar en ese escenario. “Solo hay alguien que lo sabe y si El nos lo dice, regresaremos. Gracias, esto es Los Bukis”, expresó ante el grito de sus fans.
Al culminar su interpretación, las luces se apagaron y se despidieron. Pero ellos regresaron ante las demandas del público que querían más. “El Chivo” fue el último en regresar y esta vez lo hizo en silla de ruedas para deleitar junto al grupo con temas como “Loco por tí”, “Que duro es llorar así” y un cierre definitivo con “Necesita de ti” y “Si vieras cuanto”, despidiéndose así de su público que algún día espera verlos regresar.
Los Bukis ahora se presentarán el 26 de agosto en el Gorge Amphitheatre de Washington, con paradas en Tijuana, Monterrey, Guadalajara y Morelia para luego ofrecer un concierto final en el Estadio Azteca de la Ciudad de México el 3 de diciembre.
Pero antes, el 29 de septiembre Los Bukis estarán participando como finalistas en dos menciones de los Premios Billboard de la Música Latina en las categorías de “Gira del Año” y Top Latin Álbum Artista del Año Dúo o Grupo.
Hay que recordar que su gira del año pasado no solamente se convirtió en el mayor tour del 2021, sino que fue la segunda gira más grande del mundo, con estadios vendidos en su totalidad y la presencia de casi medio millón de fanáticos, con lo cual la agrupación se llevó el premio Billboard Music Award a la “Mejor gira latina”.
En noviembre sus compañeros de los Bukis podrían estar acompañando a Marco Antonio a Las Vegas donde la Academia Latina de la Grabación lo estará honrando como “Persona del Año”.
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