Trump halló finalmente una parte de California de su agrado -el condado de Orange-, aunque la zona se vuelve cada vez más demócrata - Los Angeles Times
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Trump halló finalmente una parte de California de su agrado -el condado de Orange-, aunque la zona se vuelve cada vez más demócrata

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El presidente Trump parece haber encontrado finalmente una parte de California que le gusta: el condado de Orange.

Los tuits del mandatario y su enojo por California, que se convirtió en su némesis político en temas que van desde el cambio climático hasta la inmigración indocumentada, son famosos.

Pero, en las últimas semanas, el condado de Orange retrocedió en el movimiento del “estado santuario” adoptado por el gobernador Jerry Brown y otros demócratas, lo cual provocó loas de Trump. “Mi administración se solidariza con los valientes ciudadanos del condado de Orange que defienden sus derechos contra las políticas de santuario, ilegales e inconstitucionales, de California. Las leyes de santuario de California...”, publicó en Twitter.

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El condado de Orange fue durante mucho tiempo sinónimo del conservadurismo político, pero esto está cambiando.

Las crecientes poblaciones latinas y asiáticas han convertido a los blancos en minoría. En 2016, Hillary Clinton fue la primera candidata presidencial demócrata en ganar allí desde la Gran Depresión. El partido espera obtener varios distritos electorales controlados por republicanos, que votaron por Clinton.

La brecha entre republicanos y demócratas en el condado lleva años reduciéndose. A mediados de la década de 1990, los republicanos superaban a los demócratas por 52% a 32%. Ahora, de los aproximadamente 1.5 millones de votantes activos del condado, cerca del 37% son republicanos y el 34% demócratas.

Pero Trump encontró afinidad en el tema de la inmigración.

La Junta de Supervisores, totalmente republicana, votó para intentar unirse a la demanda federal de la administración Trump contra California por sus leyes de inmigración, incluida la SB 54, la histórica ley de “estado santuario”, que prohíbe a las autoridades locales en muchos casos alertar a los agentes de inmigración cuando los detenidos que podrían estar sujetos a la deportación son liberados de la cárcel.

Los líderes elegidos en la pequeña Los Alamitos votaron la semana pasada para tratar de eximir a su ciudad de la SB 54. Yorba Linda votó a favor de enviar un informe amicus de respaldo a la demanda federal. Otras ciudades en el condado, como Buena Park, Huntington Beach y Mission Viejo, podrían hacer lo mismo.

Los comentarios de Trump sobre California en Twitter son generalmente críticos. El primer mandatario ha atacado a políticos, incluidos Brown y la senadora demócrata de los Estados Unidos Dianne Feinstein, al representante Adam Schiff (demócrata de Burbank) y al exgobernador Arnold Schwarzenegger; sin mencionar a Steph Curry, de los Golden State Warriors. Por otra parte, ha proferido elogios para sus aliados, como los representantes Devin Nunes (R-Tulare) y Kevin McCarthy (R-Bakersfield).

Pero pocos problemas han desatado su ira sobre el Estado Dorado como la inmigración. “Las políticas de santuario de California son ilegales e inconstitucionales, y ponen en peligro la seguridad de toda nuestra nación. Miles de extranjeros criminales, peligrosos y violentos, son liberados como resultado de las políticas de santuario; liberados para atacar a estadounidenses inocentes. ¡ESTO DEBE CESAR!”, escribió a principios de este mes.

En febrero, Trump predijo que los miembros de pandillas causarían estragos si las autoridades federales se retiraban de Los Ángeles y otras partes del estado. “Francamente, si quisiera sacar a nuestra gente de California, tendríamos un desastre criminal como el que nunca hemos visto allí”, dijo Trump. “Estarían inundados. Verían delitos como nunca antes nadie ha visto en este país. Y sin embargo, no recibimos ayuda del estado de California. Están haciendo un mal trabajo de administración, tienen los impuestos más altos de la nación, y no saben lo que está ocurriendo allí”.

Algunos funcionarios del condado de Orange remarcaron que están contentos de respaldar a Trump. “California ha decidido insultar al presidente y su administración, y prefiero que no nos involucren”, aseveró el supervisor Sean Nelson en una entrevista, este martes, en el programa “Fox and Friends”.

Para leer esta nota en inglés, haga clic aquí

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