Si dispone de $500 mil dólares, la vía más segura para obtener la residencia en EE.UU. es la visa de inversionista
Recién salido de la Universidad Loyola Marymount, en Los Ángeles, con un título en sistemas aplicados de información, Ishaan Khanna consiguió una pasantía en Ticketmaster.com.
Pero cuando el gobierno de los EE.UU. rechazó su solicitud para una visa H-1B para trabajadores altamente calificados en campos con escasez de estadounidenses, se vio obligado a regresar a su hogar en India.
Como estaba decidido a vivir y trabajar en los EE.UU., Khanna buscó otra opción.
Con la ayuda de su padre, el joven invirtió $500,000 en un proyecto de desarrollo de un Four Seasons Resort en Puerto Rico. Era la inversión mínima necesaria para obtener una visa exclusiva conocida como EB-5.
Khanna, de 24 años, tiene planeado llegar a los EE.UU. en abril; sueña con trabajar en la industria de la tecnología y, eventualmente, crear una start-up en Silicon Valley.
En tiempos en que obtener la residencia legal en los EE.UU. es cada vez más difícil, la visa de inversionista puede ser la forma más segura, al menos para los ricos.
Estos son algunos conceptos básicos acerca de ese programa:
¿Cómo comenzó y cuáles son los requisitos?
El programa EB-5 se creó en 1990 para estimular la economía de los EE.UU. mediante la inversión de capital y la creación de empleo.
Los extranjeros pueden calificar para la residencia permanente en el país -la llamada green card o tarjeta verde-, si invierten al menos un millón de dólares en una nueva empresa comercial que cree un mínimo de 10 puestos de trabajo. El umbral se reduce a $500,000 para inversiones en zonas de alto desempleo o rurales.
Para solicitar la visa, los interesados deben presentar una petición conocida como I-526 a los Servicios de Ciudadanía e Inmigración de los EE.UU. Si esta se aprueba, el inversionista solicita al Departamento de Estado la visa que permite la residencia permanente de forma condicional. Una vez que el proyecto de inversión cumple con los requisitos, el inversor obtiene su tarjeta verde. Los abogados de inmigración advierten que todo el proceso puede demorar hasta dos años.
El gobierno limita el número de residencias otorgadas en el marco del programa a 10,000 por año fiscal. No más del 7% de ese total puede provenir de un mismo país.
El cónyuge del inversionista y los hijos solteros menores de 21 años de edad también son elegibles para la residencia, conforme al programa.
¿Qué tan popular es el programa, y quiénes lo utilizan?
Durante el último año fiscal, las autoridades de inmigración recibieron 12,165 solicitudes I-526, un 14% menos que en 2016, según el gobierno de los EE.UU., y se aprobaron un total de 11,321 peticiones.
La visa está actualmente disponible para personas de todas las nacionalidades, excepto para ciudadanos de los seis países contemplados en la prohibición de viajar instituida por la administración Trump: Chad, Irán, Libia, Somalia, Siria y Yemen.
Más del 82% de las solicitudes de 2016 -el año más reciente con datos disponibles desglosados por país- provinieron de China continental, según las autoridades de inmigración. El límite del 7% en cualquier nacionalidad dio por resultado un gran retraso para los solicitantes chinos.
Los siguientes mayores grupos de solicitantes provinieron de Vietnam, con un 3% del total, e India, con un 2.7%. Esos aumentaron considerablemente con respecto al año anterior.
Aunque la visa de inversionista solo está disponible para los ricos, algunos expertos consideran que las medidas de la administración Trump para reducir la inmigración legal solo están aumentando la popularidad de esa opción en esos países.
India, en particular, representó una parte desproporcionada de las visas H-1B, que se han vuelto más difíciles de renovar ya que el gobierno estadounidense lanzó un proceso de investigación más riguroso para los programadores de computadoras.
“Observamos muchos más solicitantes de India porque hay muchos indios aquí con visas H-1B que se enfrentan a 10 años de espera para obtener su residencia mediante el patrocinio de empleados”, explicó Robert Blanco, abogado de la firma Wolfsdorf Rosenthal, de Los Ángeles, quien ayudó a Khanna con su visa. “La EB-5 es una forma más rápida, en comparación con eso”.
Los abogados de STEP America, que se especializa en ayudar a inversores con problemas de inmigración y tiene sede en Dubai, Emiratos Árabes Unidos, notaron un aumento del 60% en el interés del programa de visas de inversionistas entre quienes viven en naciones árabes, incluidos muchos ciudadanos indios. “En general, existe la creencia de que las puertas a la inmigración [en los EE.UU.] se están cerrando”, expresó Shai Zamanian, socio de la empresa. “Las tasas de aprobación [para visas EB-5] son bastante altas. La gente no esperará hasta el próximo año, o tal vez un segundo mandato [de Trump] para ver si sus posibilidades [de inmigrar] se limitan aún más”.
El especialista admitió que la inestabilidad en la región también está llevando a los expatriados a “buscar (en EE.UU.)un refugio seguro”, incluso si eso significa entregar $500,000 dólares.
Jit Gupte, un ciudadano de Singapur de 50 años que ha vivido en Dubai durante casi 12 años, vio sufrir a sus familiares a través de la “espera tortuosa” que implica la solicitud de otro tipo de visas en los Estados Unidos. Por ello, decidió omitir esa opción e invertir en SkyRiseMiami, un rascacielos que será un centro de ocio, entretenimiento y turismo en el centro de Miami. Él y su familia planean mudarse a San Diego en junio, con una visa de inversión. “No seremos considerados como personas que roban los llamados ‘empleos estadounidenses’”, dijo. “De hecho, vamos a crear puestos de trabajo con la inversión”.
¿Cuál es el impacto económico del programa?
Investigadores de la Universidad Western Washington descubrieron que el programa de visas generó más de $11,200 millones en inversión de capital entre 2014 y 2015, para proyectos de desarrollo en todo el país.
También creó más de 207,000 puestos de trabajo en los Estados Unidos -un 4% del crecimiento del empleo en el sector privado entre 2014 y 2015- y agregó más de $33 mil millones al producto interno bruto y $4 mil millones en ingresos fiscales.
¿Cuál es la opinión del gobierno sobre el programa?
No a todos les gusta. Con los años, el programa enfrentó acusaciones por engaños a los inversores extranjeros y malgasto del dinero destinado a proyectos que crearían empleos.
Por ejemplo, una demanda presentada en diciembre de 2016 por la Comisión de Bolsa y Valores (SEC, por sus siglas en inglés) alegó que un abogado de Newport Beach había malgastado al menos $9.5 millones de 131 inversionistas que querían participar en el programa.
En junio de 2016, la SEC demandó a una pareja del condado de Orange, alegando que habían malversado millones de dólares destinados a la construcción de un centro para el tratamiento del cáncer. En 2015, la SEC querelló a un médico de Redlands, a quien acusaron de haber malgastado junto a un socio la mitad de los $20 millones de dólares que habían recaudado de inversionistas chinos que esperaban obtener la residencia en los EE.UU.
Algunos legisladores han propuesto agregar protecciones y cierta supervisión para que el programa resulte más seguro para los inversores.
Otros cuestionaron que algunos de los proyectos financiados por los inversionistas con visas EB-5 habrían sucedido de todos modos, con inversión nacional.
Los legisladores también propusieron aumentar el requisito de inversión a $1.25 millones o $925,000 dólares para áreas rurales o económicamente deprimidas.
Para leer esta nota en inglés, haga clic aquí
Suscríbase al Kiosco Digital
Encuentre noticias sobre su comunidad, entretenimiento, eventos locales y todo lo que desea saber del mundo del deporte y de sus equipos preferidos.
Ocasionalmente, puede recibir contenido promocional del Los Angeles Times en Español.