La jugadora de 21 años está cursando su último año con UCLA, y ha seguido los pasos de su hermano Óscar, un mediocampista que jugó hasta la temporada 2011 con los Bruins
Los últimos dos meses han sido inolvidables para Maricarmen Reyes. El pasado 21 de septiembre la jugadora de UCLA anotó un tanto en la victoria de la selección mexicana femenil por 2-0 ante Colombia en un amistoso en el histórico Estadio Azteca.
Ahí estaba su mamá, María, vestida de los colores de México, para ser testigo de cómo su niña que destacó en las canchas del Sur de California hacía su debut con la selección femenil de su país. A la distancia, sus dos hermanos la veían por televisión en Estados Unidos. Era también el primer partido que el Tri Femenil jugaba con público en el Estadio Azteca en 14 años.
Al minuto 36, Maricarmen aprovechó un balón que cayó de bote pronto en el área y remató al arco, anotando su primer tanto con la selección mayor en un marco inmejorable, en una cancha donde los mejores futbolistas del mundo han jugado.
“Cuando cayó ese gol, me dije: ‘¿Dios mío que está pasando?’”, dijo María, quien estaba vestida de los colores de México y brincaba de felicidad en el Azteca. “Hasta hoy en día, le digo a Maricarmen: ‘no puedo creer lo que hiciste’”.
Después de esa noche histórica, Maricarmen jugó en el 6-1 con el que el Tri venció a Argentina en un amistoso y regresó a Los Ángeles para seguir con una temporada de ensueño, en el que UCLA marcha invicta y con serias aspiraciones del título nacional.
Al regresar a Los Ángeles, entró de cambio en un partido que estaba empatado 0-0 y anotó el gol del triunfo al minuto 86 sobre Stanford, lo que le permitió a las Bruins prolongar su invicto y estar cada vez más cerca del título de la división Pac-12 del competitivo futbol colegial.
El gol ante Stanford fue también de bote pronto, una técnica que ha perfeccionado gracias a sus hermanos.
Tras anotar ese gol tan emotivo ante Stanford, Reyes fue en busca de su mamá en las gradas para festejar con ella.
“Estuve muy feliz de celebrar con ella, porque ella siempre va a todos los lugares a los que voy”, explicó la nacida en Fountain Valley, en el Condado de Orange, cuyos padres son oriundos de Zamora, Michoacán.
La jugadora de 21 años está cursando esta temporada su último año con UCLA, y ha seguido los pasos de sus dos hermanos, quienes han jugado a nivel universitario, en especial de Óscar, un mediocampista que jugó de 2008 a 2011 con los Bruins.
Además de jugar con UCLA, Óscar, nacido en México, representó a Estados Unidos en la categoría Sub-17 y también incursionó en el futbol de playa, para disputar una Copa del Mundo en 2019 representando a las Barras y las Estrellas. El hermano mayor, Jorge, jugó para UC Irvine.
Desde que Óscar estaba en UCLA, la familia Reyes llevaba a Maricarmen para verlo jugar, mientras ella destacaba en las canchas del Condado de Orange. La idea era que la hermanita superara lo realizado por sus hermanos.
María recordó que sus hijos siempre fueron competitivos entre ellos y cada uno quería mejorar lo que su hermano había logrado.
“Ella a los 13 años nos dijo: ‘¿saben qué?, yo quiero ser una futbolista, mejor que ustedes’”, recordó Óscar. “Entre mi familia bromeamos, decíamos que Maricarmen era nuestro experimento. La idea era que lo hiciera mejor que nosotros”.
“Ella a los 13 años nos dijo: ‘¿saben qué?, yo quiero ser una futbolista, mejor que ustedes’”.
— Óscar Reyes, exjugador de UCLA y hermano de Maricarmen
Y hasta el momento ese “experimento” ha funcionado.
Óscar disputó el Mundial de Playa en 2019 a los 29 años. Maricarmen ya ha participado en un Mundial Sub-20 con México en 2018, desde los 18 años.
Pero más allá de las bromas entre hermanos, Maricarmen está consciente que nada de lo logrado lo hubiese hecho sin la sabiduría y consejos de sus hermanos.
“Ellos me mantuvieron en el camino correcto, porque tuve un modelo en el cual también me dijeron que era bueno y que era malo”, indicó Maricarmen.
La guía y el apoyo de su familia también fue importante debido a que la mediocampista ha tenido tres lesiones significantes en su carrera. Ella tuvo una lesión de ligamentos cruzados en la pierna izquierda en su segundo año de preparatoria cuando tenía 16 años, mientras jugaba con México, lo que no le permitió disputar el Mundial Sub-17 en Jordania. Eso le dejó fuera de acción por un año.
Otro momento muy difícil para Maricarmen fue cuando tuvo dos lesiones serias de meniscos durante la segunda y tercera temporada con UCLA. Su mamá señaló que la tercera lesión de su hija fue muy desmotivadora para la seleccionada mexicana. Inclusive, dijo que su hija se metía su cuarto a llorar y pensó en dejar el futbol.
“Me decía: ‘ya no quiero ir a terapia. Ya no quiero ir al futbol’”, explicó María. “Pero yo le decía: ‘Lo tienes que hacer. No es fácil, es más fácil caerse que levantarse’”.
“Aprendí a apreciar las cosas”, aseveró Reyes, cuyo número en UCLA es el 24 en honor a Kobe Bryant, otro de sus fuentes de inspiración.
“Cuando yo me lastimé, siempre veía los videos de él que me inspiraban”, aseveró la mediocampista quien fue reclutada desde los 14 años por México cuando jugaba con un club en el Sur de California.
“Ellos me mantuvieron en el camino correcto, porque tuve un modelo en el cual también me dijeron que era bueno y que era malo”
— Maricarmen Reyes, jugadora del Tri Femenil y UCLA
Este viernes, enfrentarán a USC y de ganar, se coronarán campeonas de la conferencia antes de comenzar el torneo nacional de la NCAA.
“Si entramos al torneo, tenemos una buena oportunidad de ganarlo. El equipo es muy profundo, tenemos muchas buenas jugadoras que pueden entrar de la banca y cambiar el juego. Todas queremos ganar”, señaló Maricarmen.
De acuerdo con Óscar, hay varios equipos profesionales interesados en su hermana después de su carrera con UCLA y también sueña con jugar un Mundial con México.
Una pregunta que la gente le hace mucho a la familia es “¿por qué el hermano mexicano jugó con Estados Unidos y la otra, que nació en la Unión Americana, con la selección mexicana?”.
La guardameta suplente de las Bruins fue convocada en junio pasado con El Salvador
Para Óscar, la respuesta es fácil: “La realidad es que no escogimos a las selecciones. Las selecciones nos dieron las oportunidades a nosotros. Al final del día, Estados Unidos a mí me dio la oportunidad primero y México a ella le brindó la oportunidad primero”.
“Me quedé con México porque ellos me dieron la oportunidad y fue muy importante para mi familia”, ratificó Maricarmen.
El papá de los hermanos Reyes jugó en el Zamora en la entonces Primera División A antes de venir a Estados Unidos. También llegó a jugar en Alemania con el equipo de segunda división Karlsruhe.
“No hay secreto. Lo que nosotros hicimos, Maricarmen, mi hermano y yo es que nos dedicamos cien por ciento al futbol. Nos dedicamos todos los días, no solo el viernes o martes o jueves. Todo el tiempo, por años y años lo tomamos en serio”, indicó Óscar. “Al final del día todo tiene su recompensa”.
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