Se vienen los días más duros y tristes del brote de coronavirus, advierte el cirujano general
WASHINGTON — A medida que la cifra de muertes por coronavirus en EE.UU se acercaba a las 10.000 el domingo, el cirujano general Jerome Adams dijo que la próxima semana será “la más difícil y más triste para la mayoría de los estadounidenses”, comparando la pérdida de vidas proyectada con “nuestro Pearl Harbor, nuestro 9/11”.
En esa evaluación sombría se unió Anthony Fauci, el principal experto en enfermedades infecciosas del gobierno, quien predijo que las dimensiones del brote serían “impactantes para algunos” durante los próximos ocho o nueve días.
“Las cosas van a ponerse mal, y tenemos que estar preparados para eso”, manifestó Fauci, quizá el miembro más conocido de la fuerza especial de coronavirus de la Casa Blanca, en “Face the Nation” de CBS.
Llamó al país a “simplemente abrocharse el cinturón, continuar mitigando y practicando el distanciamiento físico, porque tenemos que superar esta semana que está por venir”.
No obstante, los funcionarios ofrecieron la esperanza de que en algunas áreas donde golpee fuerte y pronto, la ola de coronavirus podría haber llegado al tope. La ciudad de Nueva York es el epicentro nacional del brote, su sistema médico se tambalea bajo una carga de trabajo crítica, pero el gobernador Andrew Cuomo informó el domingo que el número de muertes diarias del estado había disminuido ligeramente.
Aún así, Cuomo, a quien se ha elogiado por su liderazgo constante en medio de la crisis, dijo en una sesión informativa en la capital de su estado, Albany, que era demasiado pronto para saber si la leve relajación marcó una tendencia a la baja o fue simplemente un “bache”.
Y los puntos críticos para el COVID-19, la enfermedad causada por el nuevo coronavirus, estaban aumentando en otras partes del país: en Nueva Jersey, al otro lado del río desde Manhattan y en Louisiana, cuyo gobernador advirtió que la capacidad de ventiladores pronto se agotaría.
Notablemente ausente de la atención pública fue la del presidente Trump, el domingo, quien generalmente se coloca al frente y al centro en las sesiones informativas de coronavirus de la Casa Blanca. Ninguna estaba programada para el domingo, aunque el grupo de trabajo se reunía a puerta cerrada.
“¡Están aproximándose dos semanas muy duras!”, escribió el presidente en Twitter. Anteriormente, retuiteó las denuncias de la cobertura mediática de la pandemia y elogió a la reina Isabel II de Gran Bretaña, quien, en un discurso raro el domingo por la noche, instó a los compatriotas a estar “unidos y decididos” ante la creciente calamidad.
Las muertes aún estaban aumentando en Reino Unido, pero Italia, el epicentro europeo, dijo que su número diario de víctimas llegó a un mínimo por dos semanas, y los funcionarios atribuyen los estrictos bloqueos por ralentizar el progreso de nuevas infecciones.
Los funcionarios estadounidenses abogaron por la cooperación pública con la esperanza de replicar ese patrón.
Adams, que apareció en “Fox News Sunday”, instó a los estadounidenses a seguir las pautas de distanciamiento físico y a usar protecciones para la cara en público cuando es difícil permanecer a seis pies de distancia. La semana pasada, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades hicieron un llamado a la gente de EE.UU a usar mascarillas en lugares públicos abarrotados. Trump declaró el viernes que él no la usará.
El cirujano general, como muchos en la órbita del mandatario, se esforzó por evitar contradecirlo o criticarlo públicamente. “El presidente está haciendo una elección que es apropiada para él” con respecto a las mascarillas, manifestó Adams, quien la semana pasada lanzó un video que muestra cómo hacer una simple cubierta facial casera con tela y ligas.
Adams también desvió las preguntas sobre la necesidad de una orden nacional de quedarse en casa. Trump ha dicho que prefiere dejar la decisión a los gobernadores, nueve de los cuales no han emitido dicha directiva en sus estados.
Los gobernadores, por su parte, renovaron sus pedidos de más ayuda federal para obtener los suministros y equipos médicos necesarios. En apariciones en programas de noticias, algunos cuestionaron rotundamente la culpa que Trump dirige a los estados por la falta de preparación.
El gobernador del estado de Washington, Jay Inslee, que apareció en “Meet the Press” de NBC, citó una buena comunicación con el vicepresidente Mike Pence y los CDC, pero señaló que la falta general de coordinación nacional para combatir el brote había sido “ridícula”.
Sin mencionar a Trump por su nombre, criticó la afirmación del presidente de que el gobierno federal estaba destinado a servir como “respaldo” a los esfuerzos de los estados para obtener los suministros necesarios.
“Quiero decir, el cirujano general aludió a Pearl Harbor”, dijo Inslee, un demócrata. “¿Te imaginas si Franklin Delano Roosevelt hubiera dicho: ‘Voy a estar justo detrás de ti, Connecticut. Buena suerte en la construcción de esos acorazados’. Lo que necesitamos es una movilización nacional de la base manufacturera de Estados Unidos”.
El gobernador de Michigan, Gretchen Whitmer, otro demócrata que, como Inslee, ha sido blanco de intensos ataques personales por parte de Trump, dijo el domingo que se necesitan esfuerzos de prueba más sólidos para ayudar a los expertos en salud pública a controlar brotes dispersos antes de que se conviertan en grandes conflagraciones.
“Mi trabajo es hacer todo lo posible para proteger a los 10 millones de personas de Michigan”, manifestó en ‘Fox News Sunday’, señalando una tasa preocupante de casos de COVID-19 en Detroit, la ciudad más grande del estado. “Michigan es un punto crítico; necesitamos ayuda, y estoy agradecido por cualquier asociación a nivel federal”.
El gobernador de Louisiana, John Bel Edwards, por su parte, señaló que su estado se estaba quedando sin ventiladores y camas de hospital, ya que Nueva Orleans resiste uno de los peores brotes de la nación.
“Ahora creemos que probablemente sea alrededor del 9 de abril antes de que excedamos nuestra capacidad de ventilación, según el número actual disponible”, declaró en ‘State or the Union’ de CNN. Edwards también dijo que el estado estaba “un par de días atrás en que se superara la capacidad de camas [de la unidad de cuidados intensivos]”.
Sin embargo, algunos gobernadores republicanos que han evitado criticar a Trump o la respuesta federal citaron situaciones de empeoramiento en sus estados. El gobernador de Arkansas, Asa Hutchinson, señaló los desafíos de adquirir equipo de protección para el personal médico.
“Es difícil”, dijo en el programa ‘Meet the Press’ de NBC, diciendo que Arkansas a veces había sido “superado por otro estado después de que se confirmara un pedido”.
Añadió: “Literalmente es una jungla global en la que estamos compitiendo ahora”.
Al tiempo que cambia la vida diaria y los medios de vida en todo el país, la pandemia también ha interrumpido el ciclo electoral 2020. El ex vicepresidente Joe Biden, quien parece probable de obtener la nominación presidencial demócrata, planteó el domingo la idea de una convención “virtual” en lugar de una tradicional.
El partido ya había retrasado la fecha para ungir a su nominado a mediados de agosto en lugar de mediados de julio por temores a la pandemia. Hablando en ‘This Week’ de ABC, Biden sugirió que el evento podría necesitar moverse a una plataforma en línea.
“Creo que deberíamos estar pensando en eso ahora”, apuntó. “Es posible que no podamos poner a diez, veinte, treinta mil personas en un solo lugar”.
El ex vicepresidente también aseguró que tiene la intención de seguir las pautas de los CDC y cubrirse la cara en público, mientras esa recomendación permanezca vigente. Sobre el rechazo de Trump a eso, dijo: “Puede que no le guste cómo se ve con una mascarilla”.
Según los expertos, proyectar el curso del brote es difícil, porque mucho depende de las medidas que se tomen ahora y en los próximos días y semanas.
Fauci, quien dirige el Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas, expuso en su entrevista con la CBS que sería falso decir que el brote está bajo control, incluso si hay atisbos de esperanza en el horizonte.
“Estamos luchando por tenerlo bajo control, y ese es el problema por el que pasamos en este momento”, concluyó.
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