Las horas finales del barco la Concepción: Buceo, fiestas de cumpleaños, luego un horrible incendio
Fue una noche tranquila en Platts Harbor, cerca de la isla de Santa Cruz.
Shirley Hansen y su marido, Bob, habían pasado el día en el agua y anclaron su barco de pesca Grape Escape en la cala. Cocinaron un pez de buen tamaño que habían atrapado y después se fueron a la cama.
Más tarde, se despertaron por un fuerte ruido en el costado de su embarcación de 60 pies.
“Fue horrible el golpeteo”, dijo Shirley Hansen. “Al oír ese sonido, supe de inmediato que necesitaban ayuda”.
En una llamada de auxilio sobre un incendio en un bote cerca de la Isla Santa Cruz, California, la persona que llama dice que no puede respirar y que no hay escotilla de escape para los que están bajo cubierta.
Afuera, en un bote auxiliar, había miembros de la tripulación de la Concepción, un barco de buceo comercial de 75 pies de eslora que había estallado en llamas. Los hombres estaban mojados, perturbados, algunos en ropa interior. Uno de ellos parecía haberse roto la pierna, dijo Shirley Hansen. Otro se había lesionado el tobillo, relató ella.
Cuando el bote llegó al barco de los Hansen, la Concepción estaba envuelta en llamas, dijo Bob Hansen.
“Mientras ardía, se producían explosiones cada dos minutos”, dijo Hansen. “Probablemente fueron algunos de los tanques de buceo explotando. En ese momento me sentí muy indefensa”.
Los Hansen estuvieron entre los primeros testigos de la tragedia antes del amanecer a bordo de la Concepción, que se incendió cerca de la costa de la isla Santa Cruz a primeras horas del lunes.
Al menos 15 personas fueron confirmadas muertas, y se creía que 26 personas estaban desaparecidas el lunes por la noche, dijeron las autoridades. Cinco personas sobrevivieron - los miembros de la tripulación, que habían estado despiertos y saltaron por la borda. Los funcionarios expresaron pocas esperanzas de encontrar a alguien más con vida.
Uno de los cinco miembros de la tripulación que escapó al barco de los Hansen era el capitán del barco, aseguró Shirley Hansen. Ella manifestó que él les dijo que su nombre era Jerry. (Por separado, un fotógrafo afirmó a The Times que Jerry Boylan era por lo general el capitán de la Concepción.)
La repentina llegada de los tripulantes sorprendió a los Hansen no sólo por ser de madrugada, alrededor de las 3:30 a.m., sino también porque la pareja pensó que estaban solos en esa zona.
Shirley Hansen relató que ella y su esposo les dieron a los miembros de la tripulación mantas y ropa. Algunos de los hombres estaban llorando, uno de ellos les dijo que su novia aún estaba bajo cubierta en la Concepción.
Otro hombre describió cómo la tripulación había celebrado el cumpleaños de tres pasajeros horas antes, incluyendo el de una chica de 17 años que estaba en el viaje de buceo con sus padres.
Dijo que dos de los miembros de la tripulación volvieron al bote para ver si alguien más había saltado por la borda.
“Pero regresaron y no encontraron a nadie”, afirmó ella.
Hansen dijo que había tanto humo que le dio un ataque de asma y tuvo que usar su inhalador.
“Se podía ver el fuego desde las ventanas de nuestro barco”, dijo. “No estaba lejos”.
Los Hansen llevaron a tierra al tripulante más herido, donde fue trasladado en una ambulancia, aseguró. El hombre que se identificó como el capitán se quedó con la Guardia Costera, dijo Hansen.
Ella describió que se sentía impotente mientras junto a su esposo trataban de ayudar a los miembros de la tripulación y miraban la bola de fuego a través del agua.
“Hay muchas preguntas que responder”, dijo.
“No nos sentimos como buenos samaritanos”, añadió. “Resulta que estábamos en el lugar correcto en el momento correcto”.
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